Los habitantes en las partes remotas de Queensland y el Territorio del Norte son los primeros en recibir la encuesta postal.
A pesar de que existe una ventana de seis a ocho semanas antes de que las encuestas deban ser devueltas la Oficina Australiana de Estadísticas está pidiendo a la población la pronta devolución de los formularios.
La consulta cierra el próximo 7 de noviembre y los resultados se darán a conocer el 15 del mismo mes.
"El último día es el 7 de noviembre, pero por favor, no se olviden y no la dejen tirada", dijo el subdirector de estadísticas Jonathan Palmer a la cadena ABC el miércoles.
El resultado de la encuesta sobre el matrimonio entre personas del mismo sexo no será vinculante pero podría abrir la vía a la legalización del matrimonio igualitario en Australia.
Si la mayoría de los australianos responde "sí", el gobierno se ha comprometido a organizar un voto en el parlamento para cambiar las leyes sobre el matrimonio.
El tema del matrimonio entre personas del mismo sexo acaparó el debate político australiano desde hace años y según una encuesta de Fairfax Media publicada el martes el 70% de los australianos son partidarios del "sí".
"Aliento a todos a responder a la encuesta y enviarla. Votaré sí, igual que [mi mujer] Lucy", dijo el primer ministro Malcolm Turnbull en un anuncio difundido esta semana.
Turnbull, considerado como moderado, se enfrenta a miembros de su propio partido que se oponen a la legalización del matrimonio homosexual.
Durante el fin de semana hubo multitudinarias manifestaciones a favor y en contra del matrimonio homosexual. En el centro de Sydney miles de personas salieron a la calle el domingo vestidas con los colores del arco iris para defender el "sí".
Los partidarios del "no" se manifestaron el sábado, denunciando que el matrimonio homosexual vulnera la libertad religiosa y los derechos de los niños.
La encuesta por correo llegará a 15 millones de australianos con la pregunta "¿Cree que hay que cambiar la ley para permitir que se casen las parejas del mismo sexo?" y dos respuestas posibles, 'sí' y 'no'.
Los partidarios del "sí" denuncian que la encuesta por correo tradicional puede excluir a muchos jóvenes que se comunican con las nuevas tecnologías y que suelen ser más favorables al matrimonio homosexual.
Por su parte los diputados del partido Nacional (National Party) ponen en duda la capacidad del servicio postal para llegar a las zonas rurales más remotas del país.
