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Comienzan pruebas clínicas con hidroxicloroquina en Australia, el medicamento “milagroso” que toma Trump contra COVID-19

Un grupo de científicos australianos comenzaron las pruebas clínicas para determinar si la hidroxicloroquina sirve para proteger contra el nuevo coronavirus. El presidente estadounidense, Donald Trump, dijo el 18 de mayo pasado que ingiere este “medicamento milagroso”, mientras que la fundación del multimillonario australiano Clive Palmer anunció a principios de mes que adquirió casi 33 millones de dosis de este fármaco.

Production of hydroxychloroquine has increased in India since Donald Trump's endorsement.

Production of hydroxychloroquine has increased in India since Donald Trump's endorsement. Source: AAP

Las pruebas para determinar si la hidroxicloroquina es eficaz para proteger contra la COVID-19 comenzaron en la ciudad de Melbourne, en medio de una polémica en torno a este fármaco que encendió nuevamente el presidente estadounidense, Donald Trump, quien dijo públicamente que ingería una píldora diaria.

Los investigadores del Instituto de Investigación Médica Walter y Elizabeth Hall han pedido a más de 2,250 trabajadores sanitarios que participen en este estudio que comenzó el 20 de mayo.

El jefe de enfermedades infecciosas de este Instituto, Marc Pellegrini, comentó a SBS News que estas pruebas clínicas son necesarias debido que hasta el momento no hay evidencia que sugiera que este medicamento pueda ser efectivo en humanos para luchar contra la COVID-19.


Puntos destacados

  • Más de 2,250 trabajadores de la salud australianos se someterán a pruebas clínicas con hidroxicloroquina que son realizadas por el Instituto de Investigación Médica Walter y Elizabeth Hall.
  • El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, reveló el lunes 18 de mayo que está tomando hidroxiclorouina, un medicamento que ha promovido durante dos meses con poca evidencia de su eficacia y a pesar de varias advertencias sobre efectos secundarios peligrosos.
  • La hidroxicloroquina, que es un medicamento contra la malaria, también es promovida en Australia por el multimillonario y exparlamentario Clive Palmer.

Las pruebas clínicas en Australia

Pellegrini dijo que la prensa se ha centrado en si este medicamento sirve para los tratamientos de la COVID-19, pero las investigaciones que realiza su equipo “son completamente diferentes porque estamos viendo si la hidroxicloroquina sirve para prevenir que la gente se infecte”.

En este tramo del estudio, que durará entre seis y doce meses, una mitad de los trabajadores sanitarios tomará este medicamento y la otra mitad un placebo, durante cuatro meses.

Pellegrini recordó que la hidroxicloroquina es un medicamento que necesita una receta médica al criticar la publicidad que se ha hecho en torno al presidente estadounidense, Donald Trump, quien dijo recientemente que toma una píldora diariamente.

"Este es un medicamento que se da con receta médica - tenemos que asegurarnos de que no está causando daño a las personas. Necesitamos evidencias realmente buenas para ver si esto funciona o no. Si funciona, entonces podríamos decir que se puede recetar con mucho cuidado."
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Source: SBS

¿Qué es la hidroxicloroquina?

La hidroxicloroquina es un medicamento que se vende con receta médica para tratar la malaria. También se usa para tratar enfermedades autoinmunes como artritis reumatoide y lupus.

En China y Francia se dijo anteriormente que al parecer la hidroxicloroquina, a veces combinada con el antibiótico azitromicina, aunque los estudios no se realizaron rigurosamente y por lo tanto sus pruebas no son concluyentes.

El tomar hidroxicloroquina puede causar efectos secundarios y puede poner en riesgo a personas con problemas coronarios, oculares o enfermedades hepáticas o renales. Otros posibles efectos secundarios incluyen náuseas, diarrea, cambios de humor y erupciones cutáneas.

En marzo pasado, un estadounidense de más de 60 años murió después de consumir un producto de limpieza de acuarios que tenía cloroquina en su etiqueta. Él y su esposa, quien se enfermó gravemente, pensaron que el producto los protegería del virus.

La Organización Mundial de la Salud anunció recientemente un ensayo a gran escala de varios medicamentos existentes, incluida la hidroxicloroquina, pero advirtió "contra los médicos y las asociaciones médicas que recomiendan o administran estos tratamientos no probados a los pacientes con COVID-19 o a las personas que se automedican con ellos".

Trump aprovecha el coronavirus para defender sus teorías médicas favoritas

El presidente estadounidense, Donald Trump, anunció el lunes pasado, para el asombro general, que llevaba semana y media tomando hidroxicloroquina como medida preventiva contra la covid-19, lo que además abre la puerta para la peligrosa automedicación de este medicamento y supone un gran riesgo a la salud pública.

Aunque Trump, quien no es médico pero que ha defendido durante la pandemia sus teorías científicas favoritas, aseguró haber "oído muchas buenas historias" sobre ese medicamento contra la malaria, su uso contra el coronavirus no ha sido validado y los reguladores estadounidenses advierten que puede ser muy peligroso.

El diario New York Times recalca que no ha quedado claro si Trump “comenzó el régimen en respuesta a que dos miembros del personal de la Casa Blanca —uno de los ayudantes personales del presidente y Katie Miller, la portavoz del vicepresidente Mike Pence— dieron positivo por el virus”.

En abril, durante una rueda de prensa con altos funcionarios de la salud, Trump preguntó si no se podría inyectar desinfectantes industriales a los pacientes de coronavirus.

Asimismo la semana pasada, Rick Brigh, jefe de una agencia federal que había estado involucrado en desarrollar una vacuna contra el coronavirus testificó ante el Congreso de Estados Unidos que fue destituido del cargo porque había presionado por un escrutinio riguroso de la hidroxiclororoquina, y agregó que fue presionado para dirigir dinero hacia este fármaco.

Los periodistas Alicia Alamillos y Antonio Villarreal dijeron en un artículo publicado en el diario El Confidencial que la prensa ha mordido el anzuelo “reiterando lo peligroso de las afirmaciones de Trump, lo cual solo ha servido para aumentar la adhesión desde la bancada más conservadora de la sociedad estadounidense, que ven nuevamente un ejemplo de cómo la 'prensa del sistema' pretende ocultar la información "realmente importante" y 'simplemente atacar a Trump'".

Por otro lado, el anuncio de Trump sobre la ingesta de la hidroxicloroquina no fue tan sorprendente. El multimillonario elige a menudo su propio camino en cuestiones de ciencia, incluso en plena pandemia.

Ante el revuelo causado por sus declaraciones, Trump dijo al día siguiente que sus palabras habían sido sarcásticas, aunque no hubiera ningún tono sarcástico en su voz.

Trump atribuye su autoproclamada sabiduría científica a "buenos genes", en concreto los que heredó de un tío suyo al que define como un "supergenio", John Trump, que dio clases en el Massachusetts Institute of Technology (MIT). 

Bolsonaro, otro defensor de la hidroxicloroquina

Brasil, que superó por primera vez la triste marca de mil muertes diarias por el nuevo coronavirus, abrió este miércoles la puerta a la utilización de hidroxicloroquina en casos leves de COVID-19, que siguió avanzando en Chile, Perú y otros países de América Latina pero parece estar cediendo en Europa.

Su presidente, Jair Bolsonaro, que demerita al virus como una "gripecita", considera que una paralización de la economía de Brasil podría causar un daño mayor que la propia epidemia.

Al igual que Bolsonaro, el presidente estadounidense Donald Trump defiende la utilización del fármaco y reveló que toma cada día de manera preventiva un comprimido de hidroxicloroquina.

El Ministerio de Salud brasileño amplió este miércoles su recomendación de utilizar cloroquina e hidroxicloroquina en pacientes con síntomas leves del nuevo coronavirus, combinadas con el antibiótico azitromicina, atendiendo un pedido de Bolsonaro pese a que su eficacia divide a la comunidad científica mundial.

La prescripción del medicamento, utilizado para tratar otras enfermedades como la malaria, sólo se recomendaba hasta ahora en los casos graves de covid-19.

Según un documento divulgado por el Ministerio de Salud, su utilización quedará "a criterio del médico" y requiere también "la voluntad declarada del paciente".

Clive Palmer, el promotor de la hidroxicloroquina en Australia

El multimillonario Clive Palmer anunció que había comprado casi 33 millones de dosis del fármaco antipalúdico hidroxicloroquina para ayudar a la lucha contra COVID-19 a través de una serie de anuncios a toda página publicados por los diarios del grupo News.

Ellos implicaban un un vínculo entre una decisión tomada por el ministro australiano de Salud, Greg Hunt , el mes pasado mediante la cual ponía la hidroxicloroquina a disposición de los médicos que tratan a los pacientes de COVID-19 y la tasa de mortalidad de Australia a causa del virus, que es una de las más bajas del mundo.

Al buscar la verificación de datos, el servicio RMIT ABC Fact Check , le preguntó al vicepresidente federal de la Asociación Médica Australiana, el Dr. Chris Zappala, sobre esta correlación.

“No se puede establecer ninguna correlación" entre el éxito de Australia y el anuncio de Hunt, precisó la autoridad médica, quien atribuyó las bajas tasas de infección y mortalidad a las medidas de higiene básicas, protegiendo a las personas de mayor riesgo y evitando sobrecargar el sistema sanitario.

En cuanto a la hidroxicloroquina, Zappala dijo que las pruebas publicadas seguían siendo "muy variadas" y que no estaba claro si la droga sería eficaz más allá de su actual uso limitado aprobado, que incluye el tratamiento del lupus y la artritis reumatoide.


 


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Published 21 May 2020 9:08am
Updated 21 May 2020 3:15pm
By SBS SPANISH
Source: SBS Spanish

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