Craig Foster, el hombre clave en la liberación de Hakeem al-Araibi

Aclamado por movilizar a la familia del fútbol mundial, el comentarista deportivo de SBS asegura que este es sólo el comienzo: "estamos calentando", ha dicho.

Craig Foster talks to journalists in Thailand.

Craig Foster says FIFA should ban Bahrain if it proceeds with its case against a refugee player. (AAP) Source: AAP

El 7 de diciembre, 10 días después de que el futbolista refugiado australiano Hakeem al-Araibi fuera arrestado en el aeropuerto de Bangkok, el ex capitán de los Socceroos, Craig Foster, envió una carta al presidente y al secretario general de la FIFA recordándoles que tenían una política de derechos humanos.

"Estoy seguro de que todos en nuestra familia del fútbol mundial están encantados de que la FIFA se haya comprometido con la protección de los derechos humanos elementales en su trabajo por el fútbol mundial", escribió.

Según explica la periodista Calla Wahlquist, en un artículo de The Guardian, esta carta en sí no supuso una iniciativa extraordinaria para Foster, un defensor en  Amnistía Internacional de los jugadores y de los derechos humanos de los futbolistas desde hace tiempo, y que además utiliza con frecuencia su posición como jefe de fútbol en la SBS para criticar las prácticas poco éticas en el juego.
Después hizo un llamamiento entre sus propios contactos: jugadores anteriores, jugadores actuales, capitanes internacionales, entrenadores, periodistas deportivos, defensores de los derechos humanos, políticos, podcasters, bloggers, clubes comunitarios: la "familia del fútbol mundial"; movilizada detrás de la etiqueta en redes sociales #SaveHakeem.
En enero, Foster viajó a Suiza para presionar personalmente a la secretaria general de la FIFA, Fatma Samoura, en nombre de Al-Araibi, quien había sido jugador internacional de Bahrein antes de huir a Australia y ser condenado en ausencia por un cargo de vandalismo ampliamente desacreditado.

La FIFA envió un representante a la audiencia de la corte de Al-Araibi la semana pasada y se unió al Comité Olímpico Internacional y al alto comisionado de las Naciones Unidas para los refugiados para instar a Tailandia a permitir que Al-Araibi regresara a Australia.
Para cuando se logró la liberación de Al-Araibi el lunes por la noche, las nominaciones estaban listas. Foster debería ser el australiano del año. Probablemente podría incluso ser primer ministro, si quisiera.

El propio Foster ha minimizado su papel, diciendo que él sólo ha sido una figura de alto perfil, no la fuerza motriz.

"Ha habido una gran coalición de personas en todo el mundo... Ha sido un esfuerzo realmente increíble", dijo a la radio ABC el martes.

Entre los que cantan sus alabanzas se encuentran el primer ministro, Scott Morrison, la ministra de Relaciones Exteriores, Marise Payne, el Premier de Victori, Daniel Andrews, y los laboristas Penny Wong y Mark Dreyfus.

Pero Foster ya ha esbozado otra agenda. En una carta abierta el martes, emitió una advertencia tanto al gobierno australiano como a los órganos rectores del deporte internacional diciendo que "solo estamos calentando".

"Esta ha sido una pelea por el alma del deporte y, mientras que hemos ganado una lucha, una gran batalla está por venir", dijo. "El primer paso fue salvar la vida de Hakeem, el siguiente es responsabilizar al juego por su respuesta o falta de ella, y garantizar que todos aquellos en posiciones de poder que estuvieron dispuestos a sacrificar la vida de un jugador mientras ocupaban posiciones de influencia y prestigio, ya sea en el fútbol, ​​en el movimiento olímpico, o el cualquier otro deporte, sean expurgados".

También criticó la política de Australia sobre solicitantes de asilo, y dijo: "Australia debe hacerlo mejor de lo que lo hemos hecho nosotros en los últimos años".

Foster nació en Lismore en el norte de Nueva Gales del Sur y se trasladó a Sídney en la década de 1980, haciendo su debut en “Sydney United” en 1988.

Jugó para el equipo nacional de 1996 a 2000 y ha sido comentarista de SBS desde 2002, lo que lo convierte en una de las voces más reconocidas del deporte australiano.

En noviembre, fue el candidato de más alto perfil para asumir el cargo de presidente de la Federación de Fútbol de Australia, pero retiró su nominación a pesar del fuerte apoyo de la comunidad porque no contaba con el respaldo de partes clave interesadas. Ese puesto fue otorgado a Chris Nikou.
Foster dice en su carta abierta que el gobierno australiano debería "comprometerse con políticas más humanas para todos los "Hakeems" que están a cargo de Australia. Nuestra nación tiene un gran corazón, vimos lo grande que es en los últimos meses y necesitamos llevar esta compasión más allá".

El ex jugador de fútbol afirmó: “Australia necesita ver cómo tratamos a todos los seres humanos que vienen a estas costas, independientemente de cómo lleguen. Me he comprometido con muchos a lo largo de esta campaña, incluida la ONU, en que trabajaría con este fin cuando Hakeem fuera libre y tengo la intención de hacerlo".

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Published 15 February 2019 10:48am
Updated 15 February 2019 10:52am
Presented by Esther Lozano
Source: The Guardian Australia


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