El ministro australiano de Ciudadanía, Alan Tudge, cree que Australia corre el riesgo de convertirse en un escenario de separatismo étnico como sucede en Europa a menos de que el Gobierno federal intervenga para promover que los inmigrantes se integren a la sociedad y dominen el idioma inglés.
“El autor Douglas Murray escribió que este separatismo está resultando en la 'muerte lenta' de Europa debido a que los grupos efectivamente colonizan ciertas partes (del continente) y erosionan los valores que hicieron a Europa próspera, libre y (en consecuencia) más atractiva para los inmigrantes”, según un discurso que dará Tudge la noche del miércoles en el Instituto de Investigación Menzies con sede en Sídney. “El éxito del modelo australiano contempla la integración, no la asimilación ni el separatismo. Debemos ser celosos y resguardar nuestro modelo exitoso e introducir nuevas medidas para asegurarnos de que siga adelante”, precisa.
La coalición del Partido Liberal y el Nacional que gobierna Australia busca, además del endurecimiento de las pruebas de inglés, incluir un requisito en sus enmiendas a la Ley de Ciudadanía que exija a los nuevos inmigrantes a demostrar su compromisco con los valores australianos.
Tudge cree que a pesar de que el modelo multicultural de Australia es el mejor del mundo, éste actualmente no funciona como antes, según el discurso citado por el diario The Australian.
“Más personas de más países han llegado a Australia para comenzar una nueva vida en comparación a casi cualquier otra nación (del mundo) y generalmente hemos podido mantener una fuerte cohesión social en el proceso”, según Tudge. “Pero, ciertamente, están surgiendo evidencian de que no estamos integrándonos tan bien como lo hemos hecho en el pasado. Más aún, existen factores externos que no existían hace una década, lo que hace que la integración sea más difícil”, de acuerdo al discurso del ministro.
Tudge considera que el Senado australiano debe aprobar los polémicos cambios a la Ley de Ciudadanía para endurecer las pruebas de inglés debido a que, según los datos estadísticos, el porcentaje de nuevos inmigrantes que no dominan el idioma aumentó de 19 a 24 por ciento en la última década.
El Partido Laborista y el Verde se han opuesto a los cambios en el Senado, en donde el Gobierno necesita negociar los votos por no tener mayoría.
Los laboristas se oponen al endurecimiento de las pruebas de inglés y a las evaluaciones referidas a los valores australianos, así como la extención del período de espera a tres años antes de que el nuevo inmigrante pueda ser elegible para solicitar las ayudas sociales.
Las recientes investigaciones revelan que existe una mayor concentración geográfica de la población nacida en el extranjero en ciudades como Melbourne y Sídney, en donde hay 67 suburbios con más de la mitad de la población de sus residentes nacidos fuera de las fronteras del país, según el diario australiano.
Al referirse a la violencia en Melbourne vinculada a las comunidades sudanesas, Tudge dijo que en la zona de Dandenong el 61,7 por ciento de la población anción en el extranjero y el 17 por ciento no habla bien el inglés.
El titular de Ciudadanía indicó que comienzan a surgir enclaves étnicos en los que las tasas del dominio del idioma inglés son cada vez más bajas.
“El reto es mayor hoy en día porque algunas diásporas son mayores y el ingreso de inmigrantes es más diverso y además la tecnología puede promover el aislamiento. Necesitamos examinar nuevamente nuestras políticas para asegurarnos de que daremos a los nuevos inmigrantes las mejores posibilidades de tener éxito, como lo han hecho generaciones previas”, de acuerdo al discurso.
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