El negocio de las máquinas de juegos: “Mucho para mí…. Poco para ti”

Las sorprendentes ganancias de los clubes de máquinas de juegos en NSW, que enriquecen a los ejecutivos de dichos casinos, en una de las áreas más deprimidas de Sydney.

Pockies

Source: Getty

EXCLUSIVO: la zona de inmigrantes de Fairfield, en Sydney, se encuentra en el epicentro australiano de la tierra del juego, donde los establecimientos se jactan de los millones de ganancias en póker que comparten con sus comunidades locales. Pero las nuevas cifras revelan que la generosidad también comienza más cerca de casa.
Millones de dólares recogidos por los clubes de juego cerca del área más desfavorecida de Sydney, se han utilizado para financiar lucrativos salarios de ejecutivos y viajes de personal en el extranjero, en un caso que eclipsa las tan pregonadas sumas de dinero que la industria aporta en donaciones a la comunidad.
El Fairfield RSL Memorial Club de Western Sydney recaudó más de $40 millones en ganancias de máquinas de juego antes de deducción de impuestos - o pérdidas de jugadores - en agosto de 2014. El gasto total del club en donaciones caritativas y otras ayudas comunitarias ese año calendario fue de $793,336.
Una investigación de SBS reveló que el club era igualmente generoso con su más alto ejecutivo. El paquete salarial para el más alto cargo del club valía entre $790,000 y $799,999 en 2014, cuando la factura para solo 11 empleados fue de entre $2,19 millones a $2,3 millones.
Los detalles de los gastos desde adentro de algunos de los clubes más importantes se conocen en medio de la creciente preocupación por el impacto de las salas de juego en las comunidades inmigrantes vulnerables en el oeste de Sydney, que recientemente ha absorbido a miles de refugiados en Australia, incluidos los de la guerra en Siria e Irak.

"Es probable que sea mi mayor remordimiento", dijo Thang Ngo, ex concejal de Fairfield y refugiado vietnamita, quien dijo que las máquinas de juego solo habían aumentado su control desde finales de la epidemia de heroína en los 90, que le valió a Cabramatta el título de "capital de drogas de Australia".

"Ganamos la guerra contra las drogas, pero no pudimos desviarnos de la dependencia de los “pokies” en nuestra área".

Perder en el “Lucky Country”

El gobierno de la localidad de Fairfield, donde el año pasado se recolectó la extraordinaria suma de $8,400 millones en máquinas de juego, tiene la ganancia neta promedio más alta del estado, en $280,732.

También se clasifica como el área más desfavorecida de Sydney, de acuerdo con la Oficina de Estadísticas de Australia, con una tasa de desempleo casi el doble del promedio nacional. Más de la mitad de la población local nació en el extranjero, y más del 70% habla un idioma diferente al inglés, en el hogar.
Un informe del Australian Gambling Research Center reveló que las personas con antecedentes culturales y lingüísticos diversos tenían más probabilidades que la población en general de desarrollar problemas si jugaban.
Los factores estresantes de la migración, cuando se combinan con un mayor acceso a los juegos de azar, los ponen "en un riesgo adicional de desarrollar problemas".

Heshmat Shaheed, un consejero financiero y de apuestas con el Consejo Árabe de Australia, dijo que tenía casi 200 clientes en sus libros, principalmente debido a problemas con el juego. Dijo que las salas de juegos eran demasiado accesibles en el oeste de Sydney "porque en todas partes hay un club".

Heshmat aconseja a los recién llegados, incluidos los refugiados, para que se resistan a las invitaciones para ir a los clubes a "probar suerte", pero algunos se van de todos modos, y se enganchan, dijo.
"Cuando llegan a Australia, no pueden hablar el idioma, no pueden encontrar trabajo", dijo. "Se sienten aburridos, se quedan en casa y no hacen nada, especialmente si alguien solía trabajar toda su vida en su país y vienen aquí a encontrarse a sí mismos haciendo nada", dijo.
"A veces salen a clases de inglés, después de eso a la casa, ¿qué van a hacer?"

 El Club de ganadores de Western Sydney

El sector de los clubes sin fines de lucro menciona comúnmente sus donaciones y subvenciones comunitarias, para desviar las críticas sobre las enormes ganancias y los daños asociados a las máquinas de póquer.

Una parte importante de las contribuciones se realiza a través del esquema ClubGRANTS, que permite a los clubes registrados de NSW reclamar un reembolso de impuestos del 1.85 por ciento en sus ganancias de máquinas de póquer por encima de $1 millón, si gastan el monto equivalente en proyectos comunitarios.

Pero esta generosidad en Fairfield y sus alrededores se establece en un contexto más amplio junto a otros detalles financieros contenidos en las divulgaciones que los clubes deben hacer por ley a los miembros, obtenidas por SBS News.
Durante los últimos tres periodos de informes disponibles, Fairfield RSL gastó aproximadamente tres veces más en los salarios totales de sus altos ejecutivos que el efectivo gastado en donaciones y apoyo comunitario en el mismo período aproximado de 12 meses.
En 2016, 14 empleados colectivamente ganaron entre $2.46 millones y $2.6 millones, con base en las bandas de paquetes salariales, mientras que la del máximo ejecutivo del club estuvo en un rango de entre $610,000 a $619,999.

Otros $148,519 se gastaron en "viajes educativos" del personal a Bali, Singapur y Las Vegas.

En el mismo período, Fairfield pagó $742,285 en donaciones y apoyo comunitario. El club ganó más de $ 40 millones en ganancias antes de deducciones, en los 12 meses hasta agosto de 2016. 

Contando el costo de Clubland

Thang Ngo dijo que los clubes de pokie en el oeste de Sydney eran ahora el centro de sus comunidades, lo que según el, corre el riesgo de normalizar la costumbre del juego para una nueva generación.

Para clubes como Mounties, el club de juegos de máquinas más lucrativo de NSW con sede en el área del gobierno local de Fairfield, las contribuciones de la comunidad aseguran que "de muchas maneras sean dueños de esta comunidad", dijo Ngo.

"El Ayuntamiento de Fairfield puede ser el propietario de la escritura, pero Mounties en realidad controla quién usa este óvalo", dijo el Sr. Ngo. "Por lo que a mí respecta, eso es propiedad. La propiedad es cuando tienes el control ".

El club rechazó la membresía a un periodista de SBS, que investigaba este caso. El director ejecutivo del club, Greg Pickering, dijo que las directivas no estaban obligadas a explicar ninguna razón para esta decisión.

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Published 19 February 2018 11:32pm
Updated 12 August 2022 3:48pm
By Omar Dabbagh, Leesha McKenny
Source: SBS

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