El plan de reapertura de Australia tambalea con el disparo de casos de COVID-19

En momentos en que las infecciones de COVID-19 superan el millar en el estado de Nueva Gales del Su y los casos van en alza en Victoria, tambalea el plan del Ejecutivo de Scott Morrison basado en la vacunación de un 70-80 por ciento de la población para volver a la normalidad, diluyendo las esperanzas de unos 25 millones de habitantes de Australia de volver a la normalidad.

Bars and restaurants in the promenade Circular Quay next to the Opera House in Sydney, Australia (Photo by Sergi Reboredo/Sipa USA)

Bars and restaurants in the promenade Circular Quay next to the Opera House in Sydney. Source: Sergi Reboredo/Sipa USA

A finales de julio, unos 25 millones de pobladores en Australia soñaron con la luz al final del túnel de la era COVID-19 después de que el primer ministro del país, Scott Morrison, anunciara un plan de reapertura basado en el 70-80 por ciento de la vacunación de los habitantes mayores de 16 años. Cuatro semanas después, estas esperanzas se diluyen por los altos casos de COVID-19 en Nueva Gales del Sur, el incremento de infecciones en Victoria y las infecciones en el Territorio de la Capital Australiana.

Ante esta situación,  algunos estados y territorios sin COVID-19 miran con recelo el plan de desconfinamiento, a pesar de que le dieron el visto bueno en la reunión del Gabinete Nacional. Los gobiernos como el de Australia Occidental o Queensland amenazan, apoyados en el poder constitucional y político que tienen, con mantener sus fronteras cerradas o o exigir tasas de vacunación más elevadas antes de eliminar lo confinamientos.

Estas posturas ponen de manifiesto que Australia probablemente seguirá cerrada internamente en los próximos meses debido a los altos casos de COVID-19, a pesar de que el gobierno de Nueva Gales del Sur, anima a sus más de 8 millones de habitantes a alcanzar la meta de vacunación para volver a la normalidad.

Asimismo, el premier de Victoria, Daniel Andrews, quien nicialmente se mostró cauteloso ante la reapertura de Australia, respalda el plan que se apoya en el modelo del Instituto Doherty alejándose de su retórica de eliminación de la COVID-19. Ahora reconoce que los pobladores de su jurisdicción tendrán que vivir con el virus.


Puntos destacados:

  • El gobierno australiano anunció a finales de julio un plan de apertura basado en la inmunización contra la COVID-19, que contempla en fin de los confinamientos con un 70 por ciento de la vacunación de la población.
  • Nueva Gales del Sur, el epicentro de la tercera ola de COVID-19, reportó más de mil casos de COVID-19 en varias oportunidades, mientras Victoria registra un incremento de casos.
  • Una reciente encuesta de Nine de la semana pasada muestra que seis de cada diez pobladores en Australia está de acuerdo conque se reabra el país una vez que se alcance el objetivo de vacunación.

 

Con la presión sobre sus hombros por el impacto de la COVID-19 en Australia, la potencial segunda recesión por la pandemia y con la mira en los próximos comicios del próximo año, el primer ministro, Scott Morrison, está atento al cansancio de los pobladores de Australia respecto a los confinamientos y las restricciones a los viajes domésticos e internacionales, así como a la confianza al plan de vacunación.
Una reciente encuesta de Nine reveló la semana pasada que un 54 por ciento de los pobladores australianos considera que la COVID-19 no será suprimida completamente, mientras que seis de cada diez encuestados apoya el plan de reapertura basado en la vacunación.

Mientras los dos estados más poblados de Australia están siempre en el filo de la navaja por los constantes brotes de COVID-19 y ponen el acelerador a sus planes de inmunización contra la COVID-19, los estados como Australia Occidental y Queensland tienen tasas de vacunación más bajas en comparación a otras jurisdicciones en virtud de la práctica normalidad que han vivido durante la pandemia. Estos estados quieren cero casos de COVID-19 o la supresión de ellos para reabrir sus fronteras.
Por su lado, el ministro principal del Territorio de la Capital Australiana, Andrew Barr, confirmó que su gobierno incluirá a los niños de 12 a 15 años en sus umbrales del 70% y el 80%, a pesar de que el modelo del Instituto Doherty se basa únicamente en los mayores de 16 años, desviándose del plan del gobierno federal.

Australia del Sur, en manos liberales, ha apoyado el plan federal, mientras el de Tasmania asegura que mantendrá sus fronteras cerradas. Asimismo, el gobierno del Territorio Norte quiere tasas de vacunación más altas para la vuelta a la normalidad debido a la alta tasa de residentes indígenas vulnerables.

En medio de esta tesitura, Morrison recientemente fue blanco de fuertes críticas al comparar la situación de Australia con un filme animado The Croods (2013) cuando dijo que algunas personas quieren quedarse dentro de la cueva, mientras otros quieren afrontar los retos que suponen vivir en un mundo diferente, en alusión a los estados rebeldes.
Por el momento, los estados y territorios han prometido buscar más información y trabajar en equipos interjurisdiccionales, que liderarán sus ministerios de Salud respectivos, para investigar la capacidad de los sistemas sanitarios que se necesitan en la siguiente etapa. Este grupo tendrá que entregar su informe esta semana, según informó la periodista y analista político Michelle Grattan en la revista The Conversation.

Pero esto es una tregua, no la luz al final del túnel dado que, como apuntó David Speer, conductor del programa Insiders de la ABC en un análisis del 26 de agosto pasado, "todavía no hay modelos que muestren si la política de mantener el virus fuera de estos estados libres de COVID cambiará, incluso cuando se alcancen los objetivos de vacunación"

"Todavía no hay modelos que muestren si la política de mantener el virus fuera de estos estados libres de COVID cambiará, incluso cuando se alcancen los objetivos de vacunación", recalcó.

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Published 30 August 2021 8:39am
By SBS SPANISH
Source: SBS Spanish

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