El Ministerio de Justicia de Israel firmó este miércoles la orden de deportación de Malka Leifer, exdirectora de una escuela ultraortodoxa judía acusada de abuso sexual contra alumnas en Australia.
La medida fue adoptada luego de que la Corte Suprema israelí rechazó la apelación de Leifer contra su deportación y lleva a su fin una proceso de seis años, aunque un fiscal dijo que un nuevo recurso aún era posible.
"Acabo de firmar la orden de deportación de Malka Leifer a Australia", tuiteó el miércoles el ministro de Justicia, Avi Nissenkorn.
"Después de muchos años, tras un despreciable intento de presentarse como mentalmente enferma, y a la luz de la decisión de la Corte Suprema, es nuestro deber moral permitir que sea llevada a juicio", escribió.
Puntos destacados:
- El ministro de Justicia israelí, Avi Nissenkorn, ha firmado la orden de extradición para llevar a Malka Leifer a Australia para que se enfrente a los cargos de abuso sexual de menores.
- Leifer, de 54 años, se enfrenta a 74 cargos de agresión sexual en el estado de Victoria relacionados con las acusaciones de tres hermanas que dicen haber sufrido abusos durante su estancia en la escuela ultraortodoxa Adass Israel hace más de una década.
- Leifer salió de Australia cuando las acusaciones contra ella salieron a la luz en 2008 y ha permanecido en Israel desde entonces.
Leifer, la directora de una escuela ultraortodoxa.
Leifer, una israelí, está acusada de abusos sexuales de menores cuando trabajaba como maestra y directora de una escuela ultraortodoxa en Melbourne.
De acuerdo con la prensa australiana, se enfrenta 74 cargos de abusos sexuales contra niñas.
Después de que las acusaciones contra ella aparecieran en Australia en 2008, Leifer y su familia se fueron a Israel y se mudaron a un asentamiento en Cisjordania ocupada.
Australia presentó una solicitud de extradición de Leifer en 2014, pero su caso se ha retrasado repetidamente.
Los abogados de Leifer han argumentado continuamente que no es apta para ser extraditada debido a su mala salud mental y un tribunal acordó liberarla en 2016.
Dos años después fue arrestada de nuevo, después de que una investigación policial pusiera en duda esas afirmaciones de salud.
"Han pasado más de seis años desde que se presentó una solicitud en el tribunal de distrito de Jerusalén para declarar a la apelante extraditada a Australia", dice el fallo del tribunal.
Desde entonces, continuó, "no hay ningún procedimiento que la apelante no haya emprendido" para impedir su extradición.
Malka Leifer Source: AAP
Batalla legal por extraditarla
Como parte de esta batalla legal, el Tribunal del Distrito de Jerusalén dictaminó en septiembre que Leifer sería extraditada, tras lo cual se presentó la apelación.
En su fallo, el Tribunal Supremo señaló que la solicitud de extradición de Australia estuvo estancada por "más de seis años".
Los acuerdos de extradición firmados por Israel "deben ser respetados y quien trate de huir de la justicia no encontrará refugio en Israel", indicó en su fallo la Corte Suprema.
La fiscal Avital Ritner-Oron precisó, no obstante, que la deportación de Leifer podría tomar "meses", ya que la defensa todavía puede apelar.
Nick Kaufman, un abogado de Leifer, acusó al ministro de justicia de actuar precipitadamente.
"El ministro de justicia debía ejercer su discreción de manera considerada después de escuchar las presentaciones de la defensa y no impetuosamente en un intento flagrante de apelar al sentimiento popular", dijo en una declaración.
Kaufman dijo que Leifer no apelaría la decisión, pero que trataría de cumplir su condena en Israel si es condenada en Australia.
"Para entonces, sólo podemos esperar tratar con un nuevo ministro de justicia que adoptará una actitud diferente respecto de los principios básicos del debido proceso y considerará favorablemente tal solicitud", dijo Kaufman.
Tres hermanas, las heroínas de esta batalla
Dassi Erlich, una de las presuntas víctimas de Leifer, dijo que era una "asombrosa conclusión de 74 audiencias judiciales".
"Queremos ver a Malka Leifer en un tribunal australiano, queremos enfrentarla", dijo a 9News.
Erlich y sus hermanas Nicole Meyer y Elly Sapper, han acusado a Leifer de abusar de ellas mientras eran estudiantes de la escuela ultraortodoxa Adass Israel en Elsternwick entre 2001 y 2008.
El director ejecutivo de la Oficina contra el Abuso Sexual de Menores, Manny Waks, elogió a las tres hermanas por sus esfuerzos para extraditar a Leifer a Australia.
"Esta ha sido una batalla que estas hermanas nunca deberían haber tenido que librar. Lo han hecho con gracia y dignidad en todo momento.
"Son heroínas en todos los sentidos de la palabra", dijo.
Se cree que hay otras víctimas.
Sisters Elly Sapir, Dassi Erlich and Nicole Meyer say they are bruised but not broken by the battle to bring Malka Leifer to justice. Source: AAP
Una "vergüenza nacional"
Australia ha investigado los casos de abusos sexuales a menores y en el informe final de la Comisión Real dedicado a analizar la respuesta de las instituciones a estos delitos que se presentó en diciembre de 2017 tachó la situación de “vergüenza nacional”.
Más de 8.000 supervivientes de abusos contaron sus historias personales y otros 1.000 proporcionaron testimonios adicionales por escrito ante esta comisión.
Casi todos los supervivientes, más del 64 por ciento de los cuales eran hombres, alegan que fueron abusados por un hombre adulto, y la mayoría dice que eran adolescentes cuando ocurrió el abuso por primera vez.
Cerca del 40 por ciento afirma que hubo múltiples perpetradores involucrados. Más de 2.500 personas ya han sido remitidas a la policía.
La mayoría de las instituciones religiosas donde se cree que hubo abusos estaban dirigidas por católicos, donde los líderes a menudo tenían acceso no supervisado y autoridad sobre los niños.
Los que provienen de entornos cultural y lingüísticamente diversos explican que a menudo se sentían aislados cuando eran niños y enfrentaron la discriminación de la sociedad en general, algo de lo que muchos perpetradores se aprovecharon.
El 14.3 por ciento de los supervivientes que tenían antecedentes aborígenes o isleños del Estrecho de Torres describen el dolor combinado de ser abusados y separados de su familia y cultura, y de transmitir este trauma a las generaciones futuras.
