Los casi 6,7 millones de pobladores del estado de Victoria miran con ansiedad el fin del quinto plan estricto para bloquear a la COVID-19, impuesto en esta jurisdicción. Pero la entrada de la altamente contagiosa variante delta en el segundo estado más poblado del país ha puesto en duda el fin del confinamiento el martes 20 de junio.
El domingo, el gobierno de Daniel Andrews, anunció que la ciudad de Mildura, a más de 550 kilómetros al sureste de Melbourne, reportó su primer caso de COVID-19 en 15 meses. Se trata de un hombre que asistió al partido de rugby entre Carlton contra el Geelong en el MCG el 10 de julio en Melbourne.
Asimismo, la población de Philip Island está en alerta y debe someterse a pruebas de COVID-19 después de que una persona que formaba parte de una grupo de turistas visitó 20 lugares de esta localidad de Victoria, que acumula 230 lugares de potencial contagio de este coronavirus.
Puntos destacados:
- La propagación de la variante Delta a las zonas regionales de Victoria han puesto en duda el fin del confinamiento y se prevé que dure por lo menos entre siete a diez días.
- Nueva Gales del Sur (NSW, siglas en inglés) entra a su cuarta semana de confinamiento con medidas que limitan más los desplazamientos de los trabajadores del sudoeste de Síndney, los negocios cerrados a excepción de los esenciales, así como paraliza las construcciones.
- Los laboristas afirman que el cierre de la construcción costará a la economía de Nueva Gales del Sur al menos 700 millones de dólares semanales y afectará al menos a 250.000 trabajadores.
- La satisfacción con el manejo de la pandemia por parte del primer ministro australiano, Scott Morrison, cayó nueve puntos porcentuales en las últimas tres semanas, hasta el 52%.
- El resto de Australia está libre de brotes de COVID-19.
Otro de los eventos de exposición que se ha determinado el partido de rugby de los Wallabies contra Francia en el AAMI Park el 13 de julio, lo que obligó que aislara a la estrella Toby Greente y Marr de Boer, de los Greater Western Sydney Giants, sin que pudieran jugar el partido contra los Sydney Swans en la Gold Coast por haber sido espectadores del partido entre los Wallabies y Francia.
Las infecciones aumentan en Victoria, que acumula más de 70 casos de infecciones locales de COVID-19 desde la semana pasada, por lo que se prevé que el confinamiento se aplace unos días más.
El epidemiólogo Mike Tool cree que el confinamiento en Victoria se extendería entre 7 y 10 días para que pueda funcionar, mientras que para Sídney, que está en cuarentena masiva desde el 26 de junio, se extienda hasta unas seis semanas.
“Una medida para poder reabrir es probablemente si las cifras de caso se sitúan por debajo de los cinco casos, todos vinculados a la cadena de transmisión. Esto es lo que usamos el año pasado para relajar las restricciones”, explicó el profesor del Instituto Burnet a la cadena local ABC.
Pero la situación de Victoria no es tan grave y hay más esperanzas de reabrir pronto porque
“fueron tan rápido y con tanta firmeza que hay una buena probabilidad de que pongan esto bajo control, a diferencia de NSW”, dijo por su lado el epidemiólogo de la Universidad de Australia del Sur, Adrian Esterman, al diario The Age.
NSW opera al mínimo
El estado de Nueva Gales del Sur (NSW, siglas en inglés) entró a su cuarta semana de confinamiento operando al mínimo y con una fuerte restricción a los desplazamientos fuera de la zona de Fairfield, Canterbury-Bankstown y Liverpool, y la paralización de todos los trabajos de construcción y mantenimiento no urgentes hasta por lo menos el 30 de julio próximo.
Asimismo el transporte público operará con los horarios dominicales,m lo que supone que reducirá su capacidad entre un 30 y 50 por ciento, los comercios no esenciales cerrarán sus puertas y los colegios trabajarán con el personal mínimo.
El reforzamiento de las medidas intentan frenar la propagación de la variante Delta que ha hecho que las cifras diarias ronden el centenar , incluyendo más de una veintena de personas que circularon durante su período infeccioso en la comunidad, y el fallecimiento de dos ancianos el fin de semana.
La premier de NSW, Gladys Berejiklian, remarcó que las próximas dos semanas eran críticas para evitar una mayor extensión del bloqueo.
"Estamos haciendo todo lo posible, porque tenemos un plazo de dos semanas de bloqueo para poder acabar con esto", dijo Berejiklian.
Es la primera vez que el sector de la construcción se cierra en Nueva Gales del Sur desde que comenzó la pandemia, y el Partido Laborista del estado pide al gobierno federal que reintroduzca JobKeeper para ayudar a las empresas y a los trabajadores a sobrevivir a las medidas más duras anunciadas el sábado.
Los laboristas afirman que el cierre de la construcción costará a la economía de Nueva Gales del Sur al menos 700 millones de dólares semanales y afectará al menos a 250.000 trabajadores.
Australia Occidental con un barco en la mira
Un buque de carga que transporta a siete miembros de la tripulación con síntomas sospechosos de COVID-19 va a atracar en Fremantle el lunes.
El BBC California, que opera con bandera de Antigua y Barbuda, salió de Egipto el 8 de junio y desde entonces ha visitado tres puertos de Indonesia.
El premier de Australia Occidental, Mark McGowan, afirma que el barco sólo podrá atracar en Fremantle para su evaluación médica y que un equipo médico especial subirá a bordo.
"Suponemos que la COVID-19 está a bordo de este barco, por lo que se tomarán todas las precauciones", declaró el domingo a los medios de comunicación.
Los tripulantes enfermos son seis filipinos y un ruso, y el resto de la tripulación procede de Bulgaria, Ucrania y Rusia.
Están aislados en cabinas separadas y de momento no necesitan ayuda médica.
Sin embargo, McGowan afirmó que existe el riesgo de que su salud se deteriore repentinamente, lo que podría provocar una emergencia marítima.
"Me hubiera gustado que este barco regresara inmediatamente a Indonesia, pero esto no era posible teniendo en cuenta el número de miembros de la tripulación enfermos a bordo", dijo.
Afirmó que Australia Occidental había afrontado con éxito unas diez situaciones similares desde el inicio de la pandemia.
"No podemos permitir que el virus entre a través del transporte marítimo internacional", dijo McGowan.
El estado tiene siete casos activos, de los cuales seis están en cuarentena en hoteles.
Las vacunas y la crisis de la COVID-19 hunden a Morrison
El apoyo a Scott Morrison y al Gobierno de la Coalición Liberal-Nacional se ha desplomado en Newspoll, en una importante reacción contra el caos de su programa de inmunización contra la COVID-19, ya que sólo el 40% cree que se está manejando satisfactoriamente.
Los laboristas han alcanzado una ventaja del 53-47%, con base a dos partidos, frente al 51-49% del anterior sondeo de finales de junio.
The Australian informa de que el último resultado es el peor para la Coalición esta legislatura, y si se repite en unas elecciones daría al gobierno una clara derrota
La aprobación neta de Morrison en Newspoll está en su punto más bajo desde la crisis de los incendios forestales, con un cambio general de ocho puntos, según apuntó la analista Michelle Grattan en un artículo en The Conversaton.
Sky News informó el fin de semana de que Morrison había instado a la primera ministra de Nueva Gales del Sur, Gladys Berejiklian, a reforzar el cierre de Sídney. Ella lo hizo poco después.
“A esto se suma que la semana pasada, Morrison finalmente habló con el presidente y director general de Pfizer, Albert Bouria. Esta llamada, según fuentes federales, había sido programada hace tiempo. No está claro si fue antes o después de que el primer ministro se enterara del contacto de Kevin Rudd con Bouria”, agregó Grattan.
