No quería "avergonzar a la CIA": Documentos revelan la "agonizante" decisión de Whitlam de cerrar la oficina de espionaje australiano en Chile

Documentos recién publicados prueban que espías de ASIS establecieron una estación en Santiago en 1971, antes del golpe militar de 1973 que derrocó al presidente democráticamente electo Salvador Allende. Los cables y memorandos secretos, excesivamente censurados, confirman que la estación funcionó hasta 1973, cuando el entonces primer ministro Gough Whitlam ordenó cerrarla, aunque temía cómo Estados Unidos y la CIA reaccionaría.

1973 Chilean Coup

1973 File Photo: Tanks are coming towards La Moneda during the coup d'etat led by Commander of the Army General Augusto. Source: Corbis Historical

Documentos recien publicados prueban que espías de ASIS establecieron una estación en Santiago en 1971, antes del golpe militar de 1973 que derrocó al presidente democráticamente electo Salvador Allende. Los cables y memorandos secretos, excesivamente censurados, confirman que la estación funcionó hasta 1973, cuando el entonces primer ministro Gough Whitlam ordenó cerrarla, aunque temiendo la condena de Estados Unidos y de la CIA.

Los documentos, hasta ahora inéditos, confirman que espías del Servicio Secreto de Inteligencia Australiano (ASIS, por sus siglas en inglés) establecieron una estación en Santiago, tras una petición formal de Estados Unidos, antes de que el general Augusto Pinochet liderara un golpe que conduciría a una dictadura brutal de casi dos décadas. Esta es la primera prueba oficial de la presencia de personal australiano de inteligencia en Chile en ese momento.

Los memorandos fueron publicados por el el día en que los chilenos se preparan para conmemorar el 48 aniversario del golpe de Pinochet.
An excerpt from one of the documents.
An excerpt from one of the documents. Source: National Security Archive
Los documentos indican que el entonces ministro de Relaciones Exteriores del Partido Liberal, William McMahon, aprobó la decisión de ASIS de abrir la estación en diciembre de 1970, refieriéndose a ASIS bajo su antiguo nombre en clave, M09.

También sugieren que la estación funcionó durante unos 18 meses, hasta que el primer ministro Gough Whitlam decidió cerrarla, en una decisión descrita como “agonizante”, en la que Whitlam aparentemente sopesó los intereses australianos frente a los estadounidenses, contra los de la opinión pública si se llegara a saber públicamente sobre la presencia australiana en Chile.

Los memorandos son parte de una serie de cientos de documentos entregados al Dr Clinton Fernandes, durante las audiencias en el Tribunal Administrativo de Apelaciones (AAT, por sus siglas en inglés) en junio pasado.

El Tribunal aún está deliberando la posibilidad de divulgar los registros censurados sobre Chile, con menos omisiones.

A pesar de que mayor parte del texto legible trata sobre el día a día de la administración de la estación en Santiago, los documentos -también vistos por SBS Spanish- revelan detalles antes desconocidos sobre el establecimiento y cierre de la operación.

Un memorando indica que ASIS envió agentes y equipo a Chile en 1971.

“[Censurado] informa que nuestra caja fuerte y máquina de escribir para la Estación llegará a Valparaíso aproximadamente el 11 de septiembre y será entregada al [censurado] dentro de una semana”, señalaba .

Otros informes de progreso relacionados con la operación también arrojaron luz sobre los retos que tuvieron los agentes mientras se instalaban, detallando los problemas con la adaptación, alojamiento y el dominio del idioma español.

Los memorandos también profundizan en las necesidades de equipo de oficina de la estación, con referencias repetidas a vehículos, cámaras, lentes fotográficos, máquinas trituradoras  o destructoras de documentos, y fotocopiadoras.

Pero la información más reveladora se refiere a las circunstancias relacionadas con el cierre de la oficina.
According to this memo, Whitlam reportedly said he did not disapprove of "what the Americans were doing in Chile".
According to this memo, Whitlam reportedly said he did not disapprove of "what the Americans were doing in Chile". Source: Supplied


“Esto confirma lo dicho por el Director (a algunos destinatarios) de que el Primer Ministro ha decidido que la estación [censurado] cerrará. Al dar esta instrucción, el Primer Ministro le dijo al Director que él mismo hubiera deseado que la estación continuara existiendo, pero temía que si se llegara a saber públicamente que M09 [censurado] él se encontraría en una situación política extremadamente difícil. Ya que, claramente, sería imposible para él demostrar que la presencia del M09 en Santiago era de interés nacional directo de Australia”, dice el documento.
El Primer Ministro describió su decisión como ‘agonizante’.
Un al personal en Santiago para informarles de la decisión de cerrar las operaciones, explica además que a Whitlam le costó mucho tomar la decisión de clausurar la estación, dada su preocupación sobre cómo esto sería recibido por la inteligencia estadounidense.

“Lo que más le preocupaba era que la CIA no interpretara su decisión como un gesto hostil hacia Estados Unidos en general, o hacia la CIA en particular. Dijo que personalmente habría deseado aprobar la propuesta”.

El telegrama termina con Robertson expresando su decepción por la decisión de cesar las operaciones.

Previously classified documents reveal the thinking behind Whitlam's decision to shut down M09 (ASIS) secret operations in Chile.
Previously classified documents reveal the thinking behind Whitlam's decision to shut down M09 (ASIS) secret operations in Chile. Source: Supplied
dice que el Primer Ministro estaba:

“Más preocupado que los estadounidenses no creyeran que él personalmente necesariamente desaprobaba lo que estaban haciendo en Chile, ni que él apoyaba a Allende [censurado]”.

“El Primer Ministro dijo que lo último que quería hacer era tomar una acción precipitada en este asunto que avergonzaría a la CIA (sic)", se lee en el mismo memorando de abril de 1973.
Desde la década de 1970, ha habido creciente evidencia que apunta a la participación secreta de Australia en el golpe de Pinochet.

Durante mucho tiempo se ha creído que agentes de inteligencia australianos asistieron a la Agencia Central de Inteligencia de los Estados Unidos (CIA) a socavar al gobierno electo del presidente chileno Salvador Allende, pero los documentos relacionados con el golpe de Pinochet nunca se han hecho públicos por medio de la desclasificación en Australia.

Durante la brutal dictadura de Pinochet (1973-1990), la disidencia fue castigada sin piedad. Cualquiera que se considerara oponente al régimen podía ser denunciado, arrestado, desaparecido y ejecutado.

Según informes de la Comisión de la Verdad y Reconciliación, la Corporación Nacional de Reparación y Reconciliación y la Comisión Nacional de Prisión Política y Tortura, el número total de víctimas de la época de Pinochet supera las 40.000 personas, al menos 28.000 de ellas fueron torturadas.

Más de 3,000 personas fueron asesinadas o "desaparecidas" y al menos 200,000 huyeron al exilio.
El Dr Clinton Fernandes, ex oficial de inteligencia militar australiano, califica la publicación de estos documentos como "un momento importante".

“Se ha superado una limitación: esta es la primera confirmación oficial de la participación de Australia en el derrocamiento de la democracia chilena”.

Aunque las revelaciones sobre la toma de decisiones de Whitlam no le asombraron del todo, Fernandes las encontró sorprendentes "en el contexto de la opinión".

“Contradice la imagen pública del propio Whitlam”.

“Demuestra que sus declaraciones (sobre Chile) fueron, de hecho, un ejercicio de gestión de opinión pública, porque… estaba más preocupado por las prioridades de Estados Unidos, que por la democracia, el sistema político de otro país socialdemócrata, como Chile”, explica Fernandes.

“Me di cuenta de que sus afirmaciones anteriores de que había cerrado la operación (de espionaje en Chile) tan pronto como se enteró de ella, eran solo un elaborado ejercicio de gestión de la opinión pública”, agrega.
La idea de que Australia estuvo involucrada en la destrucción de un país socialdemócrata es ofensiva.

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Lo que sabemos sobre la participación secreta de Australia en el golpe militar chileno

La participación de Australia en Chile se hizo pública en 1977 después de que el ex primer ministro Gough Whitlam creara una Comisión Real para investigar los servicios de seguridad de Australia.

El propio Whitlam le dijo al Parlamento que tenía conocimiento de que "el personal de inteligencia australiano estaba trabajando como representantes de la CIA para desestabilizar al gobierno de Chile".

A pesar de que la estación de ASIS cerró en 1973, ese no fue el final de la presencia de espías australianos en Chile. Otros testimonios señalan que agentes de ASIO estaban en el país sudamericano, operando desde la embajada. 

El entonces ministro de Inmigración, Clyde Cameron, declaró en una entrevista en el documental Allies, trasmitido por el programa 4 Corners de la ABC en 1983:
Me asombré cuando me convertí en Ministro de Inmigración y descubrí que había algo así como 21 o 24 puestos (postings) en todo el mundo de agentes de la ASIO que se hacían pasar por funcionarios de inmigración.
“De hecho, formaban parte del establecimiento del Departamento de Inmigración en el extranjero y cuando descubrí el papel que había jugado la inteligencia australiana en el derrocamiento del gobierno de Allende en Chile en 1973, me horroricé al pensar que mi propio departamento estaba involucrado en este tipo de trabajo, y que nuestros agentes de inteligencia en Chile actuaban como el intermediario, si se quiere, de la CIA que no podía operar en Chile en ese momento. Entre la CIA y la junta de Pinochet”.

ASIS es la agencia de recopilación de inteligencia secreta en el extranjero de Australia, mientras que ASIO es la Organización de inteligencia de seguridad de Australia. Son dos agencias separadas, que se enfocan en recopilar diferentes tipos de inteligencia.

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Published 11 September 2021 12:04am
Updated 11 September 2021 12:06am
By Claudianna Blanco


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