Virgin Australia al borde de la quiebra, 10,000 trabajadores con la soga en el cuello

La aerolínea australiana Virgin Australia, con sus 5,000 millones de dólares en deudas, está al borde de la quiebra. La situación ha puesto en vilo a sus 10,000 trabajadores, así como a los 10 millones de miembros de su programa de vuelos frecuentes Velocity y a sus accionistas.

Grounded Virgin Australia aircraft are seen parked at Brisbane Airport.

Source: AAP

Virgin Australia, la segunda aerolínea del país, tiene previsto entregar voluntariamente su gestión en manos de administradores. Este es un paso del proceso de quiebra para liquidar las cuentas. Se cree que Deloitte será la encargada de restructurar los 5,000 millones de dólares que tiene la empresa en deudas, facturas impagas a sus acreedores y las asignaciones salariales a sus trabajadores.

Su colapso sería la mayor catástrofe de este tipo en Australia desde la caída de la aerolínea Ansett en 2002. 


 

      • Virgin anunciará que entra en administración voluntaria el martes a la bolsa australiana ASX.
      • Virgin dejó en tierra a sus 130 aviones y apartó de sus labores temporalmente a 8,000 de sus 10,000 trabajadores.
      • La aerolínea confiaba en el rescate del gobierno
      • Los diez millones de afiliados podrían perder sus puntos debido al colapso tal y como pasó con Ansett en 2002.

El directorio de la empresa se reunió el lunes por la noche para analizar el colapso de esta aerolínea a raíz del cierre de fronteras y restricciones de viajes como respuesta a la propagación del COVID-19. Se prevé que el martes anuncie que entra en administración voluntaria a la bolsa de valores australiana, la ASX.

La gerencia de Virgin, incluyendo su director ejecutivo Paul Scurrah, no logró convencer al gobierno de que le inyecte 1,400 millones de dólares, lo que la pone a la empresa en una situación extremadamente difícil para atraer nuevos inversores.

Solamente Queensland ha salido al paso para ofrecerle 200 millones de dólares para que mantenga sus oficinas centrales en este estado.Mientras Nueva Gales del Sur evaluaba darle apoyo para que las traslade al segundo aeropuerto a Badgery Creek.

La semana pasada el gobierno había anunciado una ayuda de 165 millones de dólares para que Qantas y Virgin sigan operando sus vuelos domésticos en las próximas ocho semanas. Esta inyección se sumaba a los 1,000 millones de dólares australianos que el gobierno había destinado en marzo pasado a la industria del transporte aéreo para militar el impacto de la pandemia.

Administración voluntaria

La entrada de administradora, previsiblemente Deloitte, será un duro golpe para los accionistas, prestamistas y acreedores de la empresa.

También está por decidir el destino de su flota de unos 130 aviones, muchos de los cuales están hipotecados hasta la médula, y casi 1.200 millones de dólares en reservas de billetes de clientes.

Los pasajeros sabrán si la aerolínea cumplirá con los compromisos asumidos por los vuelos cancelados o pasarán a estar en la cola de todos los que reclaman sus pagos como los trabajadores y acreedores que tienen garantía sobre los activos de Virgin, que son principalmente sus aviones.

 Los accionistas de Virgin Australia son Etihad Airways (20.94 %), Singapore Airlines (20.09 %t), Nanshan Group (19.98 %), HNA Group (19.82 %) y el grupo Virgin de Richard Branson (10.42 %).

Ninguno de ellos ha dado un paso adelante para intentar salvar a la empresa.
En medio de esta crisis se contempla la posibilidad de que una firma privada de inversiones BHG Capital logre un acuerdo con la aerolínea para que siga operando mínimamente. Los nuevos dueños intentarían adquirir parte o todos los activos de la empresa e inyectarle capital para que opera.

El secretario nacional del Sindicato de Trabajadores del Transporte, Michael Kain, dijo el lunes, que el inminente colapso supone “un momento aterrador” para miles de empleados de la empresa. Indicó que no es demasiado tarde para que el gobierno intervenga.

El colapso de Virgin deja sola a Qantas en el mercado doméstico, lo que potencialmente supondría un aumento de los costes de los pasajes y menos opciones de vuelos.
La Asociación de Auxiliares de Vuelo de Australia dijo que era importante que los gobiernos pensaran en cómo querían que fuera la industria de la aviación después de que pasara la crisis del coronavirus.

"No podemos tener un completo abandono de la competencia. Llevó 20 años llevar a Virgin a una posición en la que fuera un competidor de Qantas", dijo el gerente de relaciones industriales de la FAAA, Steven Reed.

"Necesitamos que Virgin sea de alguna forma, para que la gente pueda permitirse volar en Qantas", dijo Reed, al alertar que si el gobierno no fija topes en las tarifas en un contexto en que no hay competencia, los vuelos a Melbourne podrían subir a 1,000 dólares y de Sídney a Perth a 3,000.


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Published 21 April 2020 8:41am
By SBS SPANISH
Source: SBS Spanish

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