Sinopsis:
La investigación a la que fue sometido el secretario general de la Organización de los Estados Americanos (OEA), Luis Almagro, por haber mantenido una relación íntima con una subordinada, determinó que violó "obligaciones éticas" y disposiciones internas sobre "el sentido común y buen juicio", pero no de forma intencional.
Se trata de la relación con la politóloga mexicana Marian Vidaurri, 20 años menor que Almagro, quien estuvo a cargo del equipo de análisis político y prospectivo de la secretaría para el fortalecimiento democrático.
En octubre pasado, la quincuagésima segunda edición de la Asamblea de la OEA estuvo en medio de la polémica al conocerse que su secretario general era investigado.
Almagro siempre ha confirmado haber mantenido una relación amorosa con la empleada.
"Ella fue mi partner [pareja] prácticamente por tres años, a nivel personal quizás los mejores de mi vida", dijo en noviembre durante una sesión del Consejo Permanente, en un momento en el que se encontraba contra las cuerdas, después de que varios países como México y Argentina hubieran pedido su renuncia por otros motivos.
Precisó entonces que la relación amorosa "terminó hace meses".
Según el periódico español El País, el secretario general de la OEA viajó al menos 34 veces entre 2018 y diciembre de 2019 con la asesora con la que mantenía la relación sentimental.
Mientras los detalles de los viajes revelados por la agencia Associated Press indican que en algunos viajes la comitiva integró a otros asesores. Pero en quince ocasiones, solo aparece la empleada mexicana como acompañante del secretario general de la OEA.
La indagatoria externa al secretario general de la OEA se conoció en octubre del año pasado y fue llevada a cabo en Estados Unidos por el bufete de abogados Miller & Chevalier.
El informe precisa que "no violó las Reglas y Regulaciones de la OEA en lo que concierne a las obligaciones de supervisión, incrementos salariales, intimidación, viajes o conflictos de interés".
Mientras, el embajador de Bolivia ante la OEA, Héctor Arce, dijo a la televisión local que la organización carece de estándares éticos y estructura interna para evaluar al secretario general.
Por su parte, diversos países de la OEA, entre los que aparecen con mayor notoriedad México y Argentina y menor intensidad algunos estados del Caribe, impulsaron esta investigación en contra de Almagro por considerar que había mantenido la relación amorosa con la empleada a quien habría favorecido con ascensos y viajes, lo que constituiría una violación a las normas y una posible expulsión de sus funciones como secretario general.
La oposición del eje de México y Argentina contra Luis Almagro nació a partir del golpe de Estado que sufrió el expresidente de Bolivia Evo Morales, por el cual tanto Andrés Manuel López Obrador y Alberto Fernández denunciaron el accionar del uruguayo.
A ello se suma la actitud política del secretario general de la OEA contra Caracas, La Habana y Managua, considerando que no promueve la búsqueda de soluciones negociadas a los diferentes problemas, sino que, por el contrario, promueve la disputa política.
Por otro lado, la investigación que exonera al secretario general de la OEA representa una victoria para el área más dura y conservadora de la política exterior de los Estados Unidos, que ve en Luis Almagro a un aliado en la lucha de la Casa Blanca contra los gobiernos de Cuba, Venezuela y Nicaragua.
El embajador de Washington ante la OEA, Frank Mora, calificó al estudio como "exhaustivo y justo" y remarcó que el uruguayo "no violó ninguna de las normas y reglamentos de la OEA en materia de contratación, compensación, viajes o conflicto de intereses". De esta manera, todo hace indicar que Luis Almagro seguirá al frente del organismo americano.
