Australia debe tener el “coraje para exigir la libertad de Assange” a EEUU, dice abogada de DDHH

Prime Minister Anthony Albanese says he will deal with the case of Julian Assange through proper diplomatic channels.

Prime Minister Anthony Albanese says he will deal with the case of Julian Assange through proper diplomatic channels. Source: AAP Image/Thomas Krych/SOPA Images/Sipa USA

El equipo legal de Julian Assange está trabajando a contrarreloj para apelar la decisión del Reino Unido de aprobar la extradición del fundador de WikiLeaks a EEUU. La abogada en DDHH y aliada de la campaña para liberar a Assange, Adriana Navarro, contó a SBS Spanish que, si bien el nuevo gobierno de Australia ha cambiado su tono frente al caso, podría tomar un rol más activo para negociar su liberación.


Wikileaks y los allegados de Assange anunciaron que apelarán la decisión del gobierno del Reino Unido, cuya ministra del Interior, Priti Patel, firmó el viernes el decreto de extradición del fundador de WikiLeaks a Estados Unidos, donde es solicitado para ser juzgado por una la publicación masiva de documentos confidenciales.

El equipo legal de Assange lamentó que el viernes había sido un "día negro para la libertad de prensa y la democracia británica".

El asesor legal de la Campaña Australiana de Assange, Greg Barns, confirmó que la decisión no significa el final de la batalla legal, que se ha prolongado durante más de una década.
Se trata de un ciudadano australiano que se enfrenta a más de 170 años de cárcel por revelar crímenes de guerra.
“Muchos australianos opinan que esto no debería estar ocurriendo, entre ellos destacados periodistas de este país. El gobierno australiano puede decirles a sus aliados en Londres y Washington que quiere poner fin a un caso que se ha prolongado demasiado”, agregó Barns.

Estados Unidos quiere juzgar al periodista por espionaje y podría condenarlo a hasta 175 años de cárcel si es declarado culpable de la publicación en WikiLeaks de unos 700.000 documentos militares y diplomáticos estadounidenses secretos, en su mayoría sobre sus operaciones en Irak y Afganistán.
Por su parte, la ministra federal de Relaciones Exteriores de Australia, Penny Wong, y el fiscal general, Mark Dreyfus, reconocen conjuntamente la decisión del Reino Unido, al tiempo que señalan que Assange tiene varias vías a través de las cuales puede apelar la decisión.

La canciller Wong y el fiscal Dreyfus dicen que "seguirán transmitiendo las expectativas de que Assange tiene derecho a un debido proceso, trato humano y justo, acceso a la atención médica adecuada y acceso a su equipo legal".

La abogada en derechos humanos Adriana Navarro, quien también forma parte de la campaña Free Assange, o Liberen a Assange, dijo a SBS Spanish que el periodista australiano continuaba presentando la misma fragilidad física y emocional por la cual una corte británica había anteriormente denegado su extradición en 2021, una decisión que fue luego revertida tras la apelación exitosa de Estados Unidos.

“En esa ocasión (la corte) encontró, determinó que las condiciones en las cárceles de Estados Unidos eran tan opresivas, y la salud mental de Julian Assange tan precaria, que eso lo llevaría posiblemente a la muerte si era extraditado”, explica la abogada.
Assange
epa10018890 John Shipton (R), Julian Assange's father, during a press conference in response to news that the British Source: EPA
Navarro recordó que, tras la decisión de esa corte, Estados Unidos presentó una apelación donde ofreció garantías o ‘seguridades diplomáticas’, y aseguraron que Assange recibiría “los tratamientos necesarios para confirmar que no se iba a suicidar en la cárcel” de ser extraditado.

Sin embargo, la abogada apunta que las cárceles en Estados Unidos no son administradas por el Estado, sino por compañías privadas que frecuentemente aplican castigos excesivos, como el aislamiento prolongado de los reos en hoyos, y otras condiciones de trato inadecuado para personas con situaciones de salud delicadas como la de Assange, por lo que ese argumento podría representar una causal para la apelación del equipo legal que representa al australiano.

Navarro agregó que prueba de la condición de vulnerabilidad del australiano es que apenas se publicó que el Reino Unido había firmado el decreto de extradición, el fundador de Wikileaks fue desnudado, requisado en todas sus cavidades y encerrado en una celda distinta a la usual en la cárcel de Belmarsh para evitar que atentara contra su propia vida.
La abogada considera que, si bien observa un cambio en la actitud del nuevo gobierno de Australia frente al caso de Assange, ya que han salido a la luz declaraciones de altos funcionarios del gabinete de Albanese abogando tímidamente por su liberación, aún falta mayor ímpetu de manera pública.

“Lo único que tiene que hacer el primer ministro Albanese es decirle a Estados Unidos que es suficiente, que Assange ha sufrido mucho, y que nosotros somos un buen aliado, que tenemos buenas relaciones comerciales de gran valor … por lo que pedimos que simplemente nos dejen a Julian libre”.

En ese sentido, Navarro piensa que existen varias vías legales para lograr una liberación, entre ellas un perdón, un intercambio de presos, entre otras opciones.

“Necesitamos apoyo de nuestro gobierno para que se sienta con el coraje para exigir la libertad de Assange”, concluye.

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