Caos y pánico en Afganistán tras la victoria talibana, mientras Australia y EEUU corren por evacuar a sus ciudadanos

Taliban fighters take control of Afghan presidential palace after the Afghan President Ashraf Ghani fled the country.

Taliban fighters take control of Afghan presidential palace after the Afghan President Ashraf Ghani fled the country. Source: AP

Los talibanes clamaron victoria en Afganistán tras tomar la capital, Kabul, y confirmar la huida del presidente Ashraf Ghani. Escenas de pánico se vivieron en la capital afgana tras el rápido colapso del gobierno, lo que motivó a miles a desplazarse al aeropuerto, en un intento de escapar al futuro incierto que le depara al país.


Escenas de caos se produjeron el lunes en la capital de Afganistán, tras confirmarse la toma del palacio presidencial de Kabul y la huida del presidente Ashraf Ghani. Las multitudes se congregaron en el aeropuerto, a medida que miles de personas intentaban huir del país, por temor a los talibanes y la versión estricta del islam que han impuesto bajo su mando.

Las fuerzas gubernamentales del país colapsaron sin el apoyo de las tropas estadounidenses, que invadieron el país en 2001 tras los ataques del 11 de setiembre y depusieron a los talibanes por su apoyo a Al Qaeda.

Estados Unidos no logró construir un gobierno democrático capaz de resistir a los talibanes, pese a invertir miles de millones de dólares y otorgar apoyo militar durante dos décadas.

El presidente Joe Biden estaba decidido a retirar las tropas de su país para fines de este mes, e insistió en que no le iba a "pasar esta guerra" a otro presidente.

Rápido colapso

Washington dice que el rápido colapso del gobierno afgano lo dejó a anonadado.

Las autoridades norteamericanas insistieron en que no habría una evacuación en pánico como la de Saigón en 1975, pero funcionarios estadounidenses, sus aliados afganos y otros residentes corrieron este lunes para huir de Kabul.

Estados Unidos ha enviado 6.000 soldados al aeropuerto para evacuar al personal de la embajada y afganos que los apoyaron como intérpretes o en otras funciones.

Estados Unidos evacuó a sus diplomáticos de su embajada en helicóptero y Australia también está buscando sacar a sus ciudadanos fuera de la ciudad.

Washington emitió un comunicado junto a más de 65 países en el que urge a los talibanes permitir la salida de los afganos y les advierte que deberán responder por cualquier abuso.

"Estados Unidos se une a la comunidad internacional en afirmar que los ciudadanos afganos e internacionales que deseen partir deben ser permitidos de hacerlo", dijo el secretario de Estado Antony Blinken en Twitter.
Por su parte, el secretario general de la ONU, Antonio Guterres, urgió a los talibanes no incurrir en excesos, y pidió resguardar los derechos de las mujeres y niñas, quienes sufrieron bajo el antiguo gobierno talibán.

La ONU también dijo que Consejo de Seguridad se reuniría el lunes para analizar la situación en Afganistán.

Mientras tanto, el cofundador de los talibanes, Abdul Ghani Baradar, celebró al anunciar la victoria del movimiento.

"Ahora tenemos que mostrar que podemos servir a nuestra nación y garantizar la seguridad y el bienestar", dijo Baradar en un video.
Taliban fighters take control of Afghan presidential palace after the Afghan President Ashraf Ghani fled the country, in Kabul, Afghanistan, Sunday, Aug. 15, 2021. (AP Photo/Zabi Karimi)
Taliban fighters take control of Afghan presidential palace after the Afghan President Ashraf Ghani fled the country, in Kabul, Source: AP

Sentimiento de abandono

Al igual que con otras ciudades capturadas, la toma de poder ocurrió luego de que las fuerzas gubernamentales se rindieron o retiraron. Luego rodearon la capital.

La noche del domingo, miles de policías y otras fuerzas de seguridad gubernamentales abandonaron repentinamente sus puestos, uniformes y hasta armas.

Tres altas fuentes de seguridad talibanes dijeron a la AFP que sus combatientes tomaron control del palacio presidencial y que discutirían la seguridad en una reunión en la capital.

Para decenas de miles de personas que buscaron refugio en Kabul en las últimas semanas, el sentimiento dominante era de aprehensión y temor.

Se trata de ciudadanos comunes como Addul Abed, residente de Kabul quién trabajaba asistiendo a extranjeros, dijo que ahora, “no hay garantía de futuro en Afganistán”.
Couple in Burqa's
Source: Dateline

Reacción de Australia

Por su parte, el primer ministro Scott Morrison ha dicho que Australia está trabajando estrechamente con sus aliados y socios de seguridad en una respuesta coordinada.

Morrison dice que cientos de australianos y afganos que trabajaron para Australia en Afganistán serán evacuados.

“La situación es muy grave y nuestro objetivo ahora es garantizar que podamos seguir apoyando a quienes nos han ayudado. (También) estamos asistiendo a más de 400 personas que han sido traídas a Australia.”

A medida que los gobiernos aliados que participaron en el conflicto afgano se retiran apresuradamente, la emergencia humanitaria se apodera del país, mientras los afganos en el extranjero observan el horror a la distancia.

En Australia, cientos de miembros de la comunidad afgana y sus simpatizantes manifestaron en Adelaida el sábado, para expresar su preocupación, condenar a los talibanes y pedirle al gobierno australiano que actúe.

Alisa Aleid fue una de las manifestantes. A pesar de no ser afgana, sino siria, ella dice que siente afinidad por el pueblo de Afganistán, que ha sufrido de muchas formas de la misma manera que el pueblo de Siria.
Estoy aquí para apoyar a mis amigos afganos en su lucha por la justicia. Estamos aquí frente al Parlamento, el lugar de la justicia, el lugar donde se hacen las leyes, y estamos protestando por Afganistán, por la injusticia, por el asesinato de mujeres y niños y de todos.
Zainad Kazeni fue otra de las manifestantes en asistir a la protesta. Ella tiene familia en Afganistán y dice sentirse profundamente defrauda.

“He visto a tantos miembros de mi familia huir de la ciudad. Me angustia verlos huir por sus vidas, por su seguridad… Pero no he podido tener mucho contacto con ellos porque no hay mucho internet, no cargan sus teléfonos, pero esperamos lo mejor para ellos, que estén seguros”.
Hundreds rallied in Adelaide on Saturday, protesting against the Taliban's violence in Afghanistan.
Hundreds rallied in Adelaide on Saturday, protesting against the Taliban's violence in Afghanistan. Source: SBS News/Peta Doherty
En las últimas semanas, varios cientos de personas que quedaron sin hogar por la violencia acamparon cerca de un orfanato de Kabul dirigido por la afgana-australiano Mahbooba Rawi, radicada en Sídney.

"No es justo. El mundo se está desentendiendo. Para los afganos, esto no es justo. Somos seres humanos como todos los demás seres humanos del mundo”, lamentó entre lágrimas.

“Vi un cadáver de un niño de dos años tirado en el suelo, nadie ni siquiera levanta el cuerpo. El pueblo afgano sufre, pero a nadie le importa. Así es como nos sentimos como comunidad afgana en Afganistán y como comunidad afgana en Australia. Ya es suficiente. No nos incluyan en su agenda política. Cuando es tiempo de elecciones quieren lucir bien. Pero el precio, nuestra gente es quién paga el precio”.

Los afganos en Australia están implorando al gobierno que ayude a aliviar la catástrofe humanitaria.

Los grupos veladores de derechos humanos dicen que se debe considerar una admisión especial única de refugiados.

Por su parte, el secretario general de las Naciones Unidas, Antonio Guterres, dijo que Afganistán estaba viviendo otro capítulo horrendo de su historia.

“Es un país que ha vivido trágicamente generaciones de conflictos. Afganistán se encuentra en medio de otro capítulo caótico y desesperado, una tragedia increíble para su pueblo que sufre desde hace mucho tiempo.”

Asimismo, Guterres lamentó el empeoramiento de la situación humanitaria y los combates en zonas urbanas, al tiempo que afirmó que los civiles son quienes pagarán el precio más alto.

“El conflicto urbano significará una matanza continua, con los civiles pagando el precio más alto”, afirmó.

“Hago un llamamiento a todas las partes para que presten atención al gran número de víctimas del conflicto y su impacto devastador en la población civil… Recuerdo a todas las partes de su obligación legal y moral de tomar todas las medidas para proteger a los civiles. Dirigir ataques contra civiles es una violación grave del derecho internacional humanitario y equivale a un crimen de guerra.”

Escucha el informe completo presionando sobre la imagen principal.

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