Confinamientos en Victoria por la COVID-19: “Estamos peleando la vida contra la muerte”

How to cross the Victoria-New South Wales Territory which closes from midnight 07 July?

Source: AAP

El estado australiano de Victoria reportó el lunes 127 nuevos casos de coronavirus en las últimas 24 horas, la cifra más alta desde el inicio de la pandemia. Además de imponer confinamientos en más de una decena de áreas de Melbourne y nueve torres de viviendas públicas, las autoridades también cerrarán la frontera con Nueva Gales del Sur.


El estado australiano de Victoria vive su peor momento desde que comenzó la pandemia. El rebrote de COVID-19 aumenta a ritmo del galope y hoy se reportaron 127 nuevas infecciones, una gran parte por contagios locales, además de dos fallecimientos. 

El premier Daniel Andrews sumó al reconfinamiento de más de una treintena de suburbios y 9 torres de viviendas de viviendas públicas, otra medida que ha sido fuertemente criticada por considerarse como un castigo similar a la prisión: el cierre de la frontera entre Victoria y Nueva Gales del Sur a partir de la medianoche del martes. 

“Estamos peleando por la vida contra la muerte”, dijo a SBS Spanish el exlegislador y exministro de Salud de Victoria, Telmo Languiller, al defender las medidas y admitir que se han cometido “errores” en la gestión de esta pandemia que no tiene precedentes. 


Puntos destacados:

  • Victoria registró 127 nuevos casos de COVID-19, el incremento diario más alto desde el inicio de la pandemia en Australia.
  • A partir de la medianoche se cerrarán las fronteras con Nueva Gales del Sur, que solo se podrán cruzar con permisos especiales.
  • Los confinamientos, especialmente de las torres de viviendas públicas de unos 3,000 residentes, ha sido fuertemente criticados, no solo por el breve aviso sino por la logística para la entrega de alimentos y productos de primera necesidad a muchas personas vulnerables. 

Las autoridades de Victoria cerraron el fin de semana completamente nueve torres de viviendas públicas en los barrios de North Melbourne y Flemington, donde residen más de tres mil personas en más de 1.300 apartamentos.

Muchos de los residentes de las torres de estas viviendas son personas de la tercera edad o que han huido de situaciones de guerra o de conflictos, o son supervivientes de la violencia doméstica o de género, por lo que la situación de confinamiento en estas torres densamente pobladas representa retos adicionales, además de los de la vigilancia y la limpieza. 

A pesar de que Victoria fue una de las jurisdicciones que aplicó las medidas más estrictas de distanciamiento social, incluso hasta fuertemente criticadas por el gobierno federal, ahora, vemos que se revirtió la situación, ya que este rebrote no solo amenaza con un nuevo confinamiento de toda la ciudad, sino que puede impactar fuertemente la recuperación de toda Australia, que en muchas partes comienza a reabrir sus actividades, en una nueva normalidad post-pandemia.

Críticas a la gestión

El rebrote de COVID-19 en Melbourne se atribuye a fallas en el cumplimiento de las medidas de distanciamiento social en los hoteles en donde se realizaba la cuarentena de los viajeros que retornaban. 

Según las denuncias, que son ahora materia de investigación en Victoria, los guardias de seguridad permitieron salir de sus habitaciones a los viajeros, compartieron encendedores e incluso se sospecha de que se registraron relaciones sexuales entre guardias y huéspedes.

"¿Dónde está la precaución de ser el único estado que no tiene policía o militares supervisando la cuarentena de los hoteles? ¿Por qué se dejó que las empresas privadas manejen su propio entrenamiento de seguridad? Y dadas las señales evidentes ya en abril de que el sistema estaba fallando, ¿por qué no se tomó ninguna acción significativa hasta julio?", se preguntaba en una reciente columna de opinión Bret Mcleod, presentador y periodista del Canal 9.

“Creo que se puede hacer autocrítica, admisión y seguir de largo porque el coronavirus no espera”, apuntó Languiller al admitir que la gestión de estos hoteles falló por haber entregado a manos privadas, que no capacitaron adecuadamente a su personal, la seguridad de uno de los principales pilares de la contención de la COVID-19.

Asimismo Languiller señaló que "le sorprende" que no se ordenara la supervisión "constante y permanente" de estos lugares por la Policía y las Fuerzas Armadas, que tienen un enfoque "más profesional"  de la seguridad.

Otra de las fallas que se han destacado es el sistema centralizado de la sanidad pública de Victoria, lo que no ha permitido a las autoridades locales alertar o luchar de forma temprana contra los rebrotes.

El modelo centralizado fue instaurado “pensando en la mejor forma de brindar servicios de salud” a la población de Victoria, pero “hoy leyendo los periódicos me doy cuenta que debimos fortalecer los servicios de salud en el terreno como los otros estados o territorios”, comentó el expolítico laborista.
Pero Languiller recalcó que “no hay gobierno en el mundo que pueda hacerlo todo. Todos tenemos que asumir la responsabilidad y respetar la distancia social”.


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