Grupos radicales en Australia aprovechan las protestas anti-confinamiento para florecer, según experto en seguridad

Protesters march along Broadway and George St towards Sydney Town Hall during the World Wide Rally For Freedom anti-lockdown rally.

Manifestantes caminan hacia el Ayuntamiento de Sídney durante la manifestación en contra del confinamiento del World Wide Rally For Freedom. Source: AAP

Para Leonel Chévez, experto en estudios sobre Terrorismo y Seguridad, los movimientos extremistas ven en las personas desesperadas a un potencial seguidor de sus ideas y teorías.


Mientras las autoridades australianas han tachado las recientes manifestaciones contra los confinamientos en varias ciudades de Australia como actos de "egoísmo" y una ruptura del contrato cívico y social, varios expertos alertan que se trata de un fenómeno más complejo, que require de atención y cuidado.

Según el especialista en Estudios sobre Terrorismo y Seguridad, Leonel Chévez, la pandemia ha agravado la grieta social existente, la cuál puede ser utilizada por grupos radicales para germinar el descontento en sectores menos privilegiados o marginalizados de la sociedad, conocidos como fringe groups, en inglés. 

De acuerdo con Chévez, egresado de la Universidad Charles Sturt, la crisis de salud, económica y social ocasionada por la COVID-19 es terreno fértil para la radicalizaciónstá de personas que buscan respuestas a su desamparo.

“Estos movimiento de radicalización son oportunistas. Estos grupos de extremismo son maestros en crear realidades 'blanco y negro', en las cuales no se tiene que pensar. Y así terminan reclutando a mucha gente que está angustiada, buscando respuestas a cosas que son muy complejas”, explica el también asesor y consultor internacional en temas de Seguridad.


Puntos destacados:

  • Expertos señalan que las protestas callejeras en el contexto de la pandemia son caldo de cultivo perfecto para el florecimiento de grupos radicales.
  • Descalificar a las personas que asisten a las manifestaciones anti-confinamiento es erróneo y peligroso, porque se está teniendo una visión muy limitada del problema.
  • Se esperan más manifestaciones para el próximo fin de semana. 

El señalamiento de Chévez sobre una posible presencia de grupos radicales en las manifestaciones anti-confinamiento, se basa en la información que a finales del año pasado dio a conocer la Organización de Inteligencia de Seguridad de Australia (ASIO, por sus siglas en inglés).

En septiembre de 2020, la ASIO hizo sonar la alarma cuando señaló que el extremismo de derecha ocupaba más de una tercera parte de todos los casos investigados como amenaza.

De acuerdo con este organismo, la pandemia por el COVID-19 estaba siendo utilizada por grupos extremistas de derecha para promover sus puntos de vista.

“Buscan explotar la dislocación social y económica; y su ideología extremista se ha extendido más rápida y ampliamente a medida que los australianos pasan más tiempo en línea interactuando con personas de ideas afines. Sin embargo, los llamamientos a la violencia y al sabotaje aún no se han atendido en Australia”.

Erróneo estereotipar a las personas que asisten a las protestas

En las protestas del fin de semana pasado participaron unas 3,500 personas, sin mascarillas y sin distanciamiento social, que marcharon por las calles de los centros de negocios de las ciudades de Sídney y Melbourne gritando consignas como “libertad” y de rechazo a las vacunas.

Al final de estas manifestaciones hubo encontronazos violentos entre algunos manifestantes y la policía, varios arrestos y cientos de multas. 

Políticos de todo el país condenaron las protestas y el primer ministro australiano, Scott Morrison, las calificó de "acto muy egoísta".

"Solo se correrá el riesgo de que los confinamientos continúen aún más", dijo el domingo, señalando a quienes asistieron a las protestas.

Por su parte, la premier de Nueva Gales del Sur, Gladys Berejiklian, declaró que la protesta "le rompió el corazón" y emitió un comunicado en el que decía que estaba "totalmente disgustada" por aquellos que habían mostrado "absoluto desprecio por sus conciudadanos".
En su análisis de estas manifestaciones, Leonel Chévez asegura que en realidad no fue claro el mensaje, ni el motivo por el que marcharon estas personas. 

“No fueron a marchar en contra de algo concreto, fueron a marchar bajo el eslogan de 'freedom'. Pero, ¿libertad de qué? ¿Libertad de moverse o de quedarse en casa? ¿Libertad de expresión? ¿Libertad económica o libertad de género?”.

Para el analista de origen salvadoreño, estos grupos sacan provecho de la frustración que sienten algunas personas, así como de la situación de precariedad en la que se encuentra mucha gente derivada de la crisis por el coronavirus.

"Esta gente", asegura el experto, "está buscando una salida o una respuesta a todos sus problemas y dudas existenciales que ha traído consigo la pandemia o que ya tenían incluso antes de esta crisis mundial de salud".
Maandamano dhidi ya amri yakufungiwa ndani Sydney
NSW police force forming a taskforce to enforce law against Anti-lockdown protest participants Source: AAP
Para Chévez es erróneo estereotipar a las personas que asisten a las protestas como gente "ignorante" o "torpe".

“Al centro de estos grupos existen personas que han calculado, planeado y asignado recursos y acciones. Uno, para manipular a personas que son vulnerables. Y dos, para activar a sus miembros que son muy radicales y capaces de causar daño físico, político y económico”.

De acuerdo con el experto, el objetivo de estos grupos es imponer su agenda, hacerse visibles y mantener presencia en los medios de comunicación el mayor tiempo posible. La prueba de los niveles de organización de estos grupos, de acuerdo con Chévez, es la presencia copiosa y organizada de asistentes a las manifestaciones en las dos ciudades más importantes de Australia.

Los movimientos radicales ofrecen respuestas a los desesperados

Las restricciones, cierre de fronteras, confinamientos y otras duras medidas que han tenido que enfrentar los habitantes de Australia en los últimos 16 meses han profundizado los problemas que muchas personas ya venían enfrentando. Para los expertos no es extraño que algunas personas vean en las manifestaciones callejeras o en el desacato a las órdenes de salud una oportunidad para manifestar su descontento, frustración y enojo.
Los líderes de estos movimientos son muy carismáticos y su estrategia es justamente brindar respuestas a estas personas que están buscando una salida a su crisis.
“Los procesos de radicalización son oportunistas. Brindan respuestas simples, dan una explicación satisfactoria y calman la angustia de estas personas que están buscando respuestas a cosas más complejas. Por ejemplo, la falta de empleo, la marginalización étnica, falta de derechos y libertades. Este virus vino a exponer como rayos X todas esas fracturas que ya existían”, detalla Chévez. 

En este contexto, el también experto en neurociencia señala que estos grupos radicales usan las acciones autoritarias del Gobierno -como es el caso de las restricciones para evitar la propagación del virus- como una prueba fehaciente ante sus seguidores de que el Estado es el enemigo.

El peligro, de acuerdo con Chévez, es que se puede llegar a tal nivel de convencimiento que el paso siguiente es "morir por la causa".

En el caso de la COVID-19, la gente atrapada en estos discursos radicales comienza a restarle importancia a la posibilidad de contraer el virus o de contagiar a algún miembro de su círculo cercano. Para ellos es más importante defender sus libertades.

“Estos líderes carismáticos convencen a sus seguidores de que si ellos toman las acciones en sus manos sus problemas van a resolverse, cuando en realidad no es así”.

Consecuencias de una falta de liderazgo político

Para el doctor Josh Roose, investigador principal de la Universidad de Deakin, si bien las protestas son frustrantes,  también son sintomáticas de un problema mucho más profundo que va más allá de la respuesta del Gobierno australiano a la pandemia de COVID-19.

“Es fácil condenar al ostracismo y burlarse de los manifestantes. Por supuesto que todos estamos enojados por [la protesta] ”, dijo a SBS News.

"Pero el hecho de que esto esté surgiendo, y que sea tan nuevo, y que adopte formas completamente nuevas, indica un problema mucho más arraigado en torno a la confianza, el compromiso con las comunidades y las personas que se sienten alienadas y sin poder".
A pedestrian wearing a face mask in the central business district in Sydney Sydney, Monday, 26 July, 2021.
A pedestrian wearing a face mask in the central business district in Sydney Sydney, Monday, 26 July, 2021. Source: AAP
El Dr. Roose señaló que una “falta real de liderazgo político en todos los ámbitos” posiblemente contribuyó a las manifestaciones y tuvo cierta influencia en los diversos grupos que se presentaron.

“La comunicación en torno a las vacunas ha creado una tormenta perfecta para los anti-vacunas. La completa contradicción de los funcionarios de Salud Pública en todos los estados, la puntuación política y la falta de mensajes consistentes ha creado una tormenta perfecta para que los anti-vacunas y otros teóricos de la conspiración la exploten", puntualizó el doctor Roose a SBS News.

¿Más protestas en Sídney para el próximo fin de semana?

La Policía de Nueva Gales del Sur (NSW, por sus siglas en ingles) ha informado que tiene conocimiento de posibles manifestaciones para el próximo fin de semana en la ciudad de Sídney, para expresar rechazo hacia las medidas de confinamiento que se dictaron en respuesta al brote Delta de la COVID-19 en Australia.

Las autoridades policiales de NSW han advertido que de llevarse a cabo, dichos eventos serán "fuertemente vigilados" y que "ese comportamiento no será tolerado nuevamente". Además, se señaló que cualquier persona que asista e incumpla las órdenes de sanidad pública será arrestada.

Para la vice-alcaldesa de la ciudad de Sídney, Jess Scully, estas manifestaciones no solo ponen en peligro a la gente que participa en ellas, sino también a quienes, por necesidad, deben seguir trabajando a pesar de las restricciones. 

“Yo conversé con operadores de comercios que se encuentran en el área donde se realizaron las protestas y me dijeron que había personas en las protestas que visitaron sus tiendas sin mascarillas, gritando y poniendo a todos en riesgo”, aseguró Scully en una entrevista exclusiva para SBS Spanish.
Jess Scully is the Deputy Lord Mayor of the City of Sydney and says a high proportion of inner city residents live alone.
Jess Scully is the Deputy Lord Mayor of the City of Sydney. Source: Supplied
Para la vice-alcaldesa de Sídney este tipo de actividades ponen en riesgo no solo la salud de muchas personas, si no también podrían provocar un impacto mayor a la economía del estado al alargarse el confinamiento.  

Al cuestionarle al Scully por qué la gente ve en las manifestaciones una posible vía para expresar su frustración y descontento con las autoridades y la manera en que operan las instituciones, la vice-alcaldesa enfatizó que gran parte de esto se debe a la ignorancia, la desinformación y a la presencia de líderes en los medio y redes sociales que fomentan la división.

Scully también responsabilizó a los movimientos globales en contra de las vacunas y a aquellos que cuestionan la legitimidad de esta pandemia.

Respecto a las ayudas que se están ofreciendo por parte de los gobiernos locales, la vice-alcaldesa de Sídney subrayó que se han invertido más de 2 millones de dólares en ayuda de comida para diversas organizaciones que respaldan a las comunidades más necesitadas.

“El Gobierno federal tiene la responsabilidad de ayudar financieramente a las personas. El Gobierno estatal tiene la responsabilidad de asignar fondos para los comercios y las empresas. Nosotros, a nivel local, estamos pensando en la comunidad y cómo reactivar la ciudad de Sídney cuando se terminen las restricciones”, detalló Scully.  

La vice-alcaldesa informó que actualmente se tiene contemplada una inversión de 8 millones de dólares para empresas y personas en las áreas creativas, en un esfuerzo dirigido hacia la recuperación, después de este segundo confinamiento.

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