Integridad y liderazgo de Morrison en entredicho tras escándalo de los mensajes de texto filtrados

Prime Minister Scott Morrison and Deputy Prime Minister Barnaby Joyce

스콧 모리슨 전 연방 총리와 바나지 조이스 전 연방 부총리 Source: AAP

El carácter y la reputación del primer ministro de Australia continúan bajo la lupa a escasos meses de las elecciones federales, tras la publicación de más mensajes de texto en los que los aliados políticos de Morrison lo describen como un “mentiroso”. Según el politólogo y experto electoral Ferrán Martínez i Coma, el escándalo repercutirá negativamente en la percepción del electorado.


Sinopsis:

Mientras Scott Morrison y sus aliados quisieran poder concentrarse en pasar el controversial proyecto de Ley de Discriminación Religiosa en la primera semana de sesiones parlamentarias del 2022, la atención del debate se ha desviado, una vez más, hacia el cuestionamiento de la integridad del primer ministro liberal.

Días antes del inicio de una de las últimas semanas de actividad parlamentaria antes de los comicios federales, se han publicado unos mensajes del viceprimer ministro Barnaby Joyce, diciendo que Morrison es un “hipócrita” y un “mentiroso”.

El mensaje fue enviado por Joyce en marzo del año pasado, antes de su retorno a su puesto actual de líder del Partido Nacional.
En el mensaje de texto, el cual fue enviado a la exempleada del Partido Liberal Brittany Higgins, Joyce afirma que desconfía del Primer Ministro:
Nunca he confiado en él, y me disgusta la seriedad con la que reordena la verdad para convertirla en mentira.
Tras la difusión del mensaje, Joyce se disculpó con el Primer Ministro, y le ofreció su renuncia. Morrison respondió en un comunicado que había aceptado las disculpas de Joyce, y que había rechazado su oferta de dejar su puesto.

Antes de esta filtración, ya el presidente de Francia, Emmanuel Macrón había puesto en tela de juicio la integridad de Morrison en 2021, al llamarlo mentiroso, tras la decisión de Australia de romper su contrato de construcción de submarinos con la nación europea.

Además, la semana pasada, el periodista de la cadena TEN (10), Peter van Onselen, confrontó a Morrison durante un discurso en el Club Nacional de Prensa, al preguntarle cómo reaccionaba ante otro intercambio de mensajes de texto filtrado, en el que supuestamente la ex premier de Nueva Gales del Sur, Gladys Berejiklian y un miembro del gabinete calificaban a Morrison de “psycho” (psicópata), “persona horrible”, “mentiroso” e “hipócrita”.

Según el politólogo y experto electoral de la Universidad de Griffith, Ferrán Martínez i Coma, esta cadena de incidentes tan cerca de una elección es problemática, ya que, si bien es costumbre que los contrincantes de un político tilden a su oponente de “mentiroso”, es preocupante que esa sea una opinión compartida por supuestos aliados. 
Prime Minister Scott Morrison and Deputy Prime Minister Barnaby Joyce
스콧 모리슨 전 연방 총리와 바나지 조이스 전 연방 부총리 Source: AAP
Según Martínez i Coma, el problema de imagen de Morrison podría pasar a convertirse en lo que la ciencia política denomina un “atajo cognitivo”, cuando se crea una imagen resumida o simplificada en el electorado, que se impone sobre el análisis más complejo.

“Nos formamos las opiniones muchas veces sin tener que leernos todos los programas electorales. Obviamente cuando te han llamado mentiroso el presidente francés, el líder de los laboristas, el líder de los verdes, el líder de los nacionales y la gente de tu propio partido, si tú me preguntas si (Morrison) tiene un problema en estos momentos de percepción, la respuesta es afirmativa”.

Sin embargo, el politólogo también señala que otro problema al cual se enfrenta el primer ministro, es el de la percepción de que está “fuera de la realidad” o desconectado de cómo vive el australiano promedio, después de que Morrison no pudiese contestar la semana pasada una pregunta de un periodista que cuestionó si conocía el precio de la leche, el pan, y la gasolina en Australia, a lo que el primer ministro rebatió diciendo que el “no suele salir a hacer las compras”.

“Que nuestro primer ministro no salga a comprar pan, bueno, seguramente tiene otras cosas que hacer, pero es un indicador, es lo que hablábamos antes de los atajos cognitivos”, explica Martínez i Coma.

“Lo importante para mí es la señal que lanza a los ciudadanos al no saber estas cosas que son básicas de la vida de un australiano promedio … y no decir o reconocer que los precios han subido y decir que ‘desde el gobierno estamos haciendo lo que se pueda’”.

¿Problema de liderazgo?

Tras la filtración de los mensajes entre Berejiklian y un miembro desconocido del gabinete, varios ministros han “declarado su inocencia” ante la prensa.

El lunes, el exministro laborista de Asuntos Exteriores, Bob Carr, acusó directamente al ministro de Defensa Peter Dutton de ser el responsable de escribir y de filtrar los mensajes que tachaban a Morrison de “psicópata”, cosa que Dutton niega. Dutton aspiró al liderazgo del Partido Liberal durante la caída de Macolm Turnbull en 2018.

Carr también vaticinó la “caída” de Morrison y un cambio en el liderazgo del Partido Liberal.

Martínez i Coma considera que, a pesar de que un cambio de liderazgo del Partido Liberal antes de una elección es “técnicamente posible”, sería muy arriesgado y “los partidos políticos tienden a ser conservadores”. Sin embargo, el politólogo apunta que esto no significa que no se presente una pugna en el futuro, independientemente de si Morrison gana las elecciones.

Escucha la entrevista completa presionando sobre la imagen principal.  


Share