Piden a ScoMo que dé la cara por los incendios en Australia y la crisis climática

Protesta climática

Source: SBS Spanish

"Tengo pacientes pobres que no les aíslan del humo por lo que no pueden escapar de ellos. Esto está agravando la inequidad social. Los pobres de nuestra comunidad son los que padecen por el cambio climático".


 El martes 17 de diciembre Australia registró la temperatura más alta de su historia moderna. El promedio fue de 40,9 grados, aunque se espera que el calor sea más intenso en estos días previos a la Navidad y durante el verano.
La temperatura se dispara tanto como la indignación popular. Cada vez hay más protestas en las calles pidiendo acciones para mitigar los incendios y una lucha urgente contra el cambio climático.

Esta semana en que la ola de calor asola Australia, el primer ministro Scott Morrison, defensor de la explotación del carbón, se encuentra de vacaciones, aparentemente en Hawaii.

Su ausencia ha sido criticada, no por su descanso en sí, sino porque ha dejado al país sin un liderazgo contra los incendios. Sídney continúa registrando niveles de contaminación ambiental por humo de niveles peligrosos, por lo que médicos y enfermeras quieren que se declare una emergencia de salud pública.

Deanna Hayes, una enfermera y madre de Sídney, exigió en la manifestación "¿Dónde diablos estás Scott Morrison?", realizada frente a la casa del Primer Ministro, acciones nacionales frente a los incendios y el cambio climático con un enfoque nacional.

A pocos días de la Navidad, los bomberos y los voluntarios no estarán en el calor de sus hogares sino en el de los incendios catastróficos, dado que Australia atraviesa una intensa ola de calor que amenaza con avivar las llamas, especialmente en la costa este australiana.

Solamente en Nueva Gales del Sur, ya han muerto seis personas y dos mil koalas esta temporada de incendios. Se han calcinado más de 700 viviendas.

Una de estas casas fue la de Fiona Lee, quién lo perdió todo en un incendio el 8 de noviembre. Según relató ella en la protesta frente a la casa del primer ministro, lo que más le dió rabia fue escuchar a los políticos intentando callar las causas subyacentes de los incendios: el cambio climático.

"Las comunidades que han sido devastadas por los incendios quieren acciones frente a la emergencia climática y ecológica. Estamos en la línea del frente de la crisis climática y no quedaré quieta y en silencio mientras el gobierno se queda de brazos cruzados y el país se quema. Necesitamos líderes que den la cara y que no se vayan al extranjero, ¿dónde diablos estás Scott Morrison?".

Su discurso se dio cerca de la bahía de Sídney, otra vez cubierta de humo proveniente de los incendios.

La médico Kim Loo, quien trabaja en el oeste de Sídney, relató entre sollozos contenidos que sus pacientes con asma y con problemas en los pulmones y problemas cardíacos están sufriendo. Incluso algunos no pueden usar máscaras debido a sus estados de salud.

"Tengo pacientes pobres que no les aíslan del humo por lo que no pueden escapar de ellos. Esto está agravando la inequidad social. Los pobres en nuestra comunidad son los que padecen por el cambio climático", precisó.

La situación provocada por los incendios se prolongará durante todo el verano y afectará especialmente a Nueva Gales del Sur, donde se han declarado nuevamente siete días de emergencia por los fuegos en un contexto en que la sequía, una de las peores de la historia de Australia, sigue ahondando la crisis.

El gobierno de Australia es el mayor país exportador de carbón del mundo y uno de los mayores contaminadores del planeta, si se toman en cuenta sus ventas al exterior de combustibles fósiles.

El Ejecutivo de Morrison ha sido cuestionado dentro y fuera del país por sus políticas frente a la emergencia climática. Australia ha defendido la idea de utilizar sus créditos de emisiones que obtuvo en el pasado para cumplir con su objetivo de reducción acordado en París.

Cada vez más australianos consideran que el gobierno no hace lo suficiente contra la crisis climática. Según una encuesta de noviembre, el 60 por ciento se pronunciaba en este sentido, frente a un 51 por ciento en marzo.

El mensaje es simple, como dijo el sabio indígena Bruce Shillingsworth, del pueblo Cammeraygal: la tierra nos da la vida, los árboles el oxígeno y los ríos el agua. No nos podemos separar de la tierra que nos dio la vida y tenemos que restaurar el medioambiente a como era antes.


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