Sin mascarillas: trabajadores y viejitos expuestos al coronavirus en hogares de ancianos en Australia

A nurse treats a resident as she smiles amid the coronavirus lockdown.

A nurse treats a resident as she smiles amid the coronavirus lockdown. Source: Credit: PA Source: ABACA

Los cuidadores de ancianos se sienten expuestos al COVID-19. Sus empleadores no están obligados por las autoridades a proporcionarles máscaras y otros equipos de protección sanitaria (PPE) para proteger tanto al personal como a sus residentes de posibles infecciones, a menos que haya un caso de coronavirus en su lugar de trabajo.


María* ha trabajado como cuidadora de ancianos en Australia por más de 20 años. Ella dice que prácticamente vive con sus pacientes, por lo que los conoce mejor que sus propias familias.

Pero eso no es lo único que sabe: María entiende muy bien que su trabajo es crucial para ayudar a sus clientes a sobrevivir la pandemia del COVID-19.

María trabaja para Whiddon, un proveedor australiano de cuidado de ancianos que administra varias instalaciones en Nueva Gales del Sur y Queensland, en zonas regionales, remotas y rurales.

Ella afirma que las autoridades de salud y su empleador actualmente le están fallando a ella, a sus colegas y a sus clientes, al no proporcionar de manera rutinaria el equipo de protección más básico: mascarillas, guantes y otros insumos de protección sanitaria diseñados para evitar infecciones.

"No tenemos protección", cuenta María a SBS Spanish.
(Cuando nuestros residentes) tosen, no saben cómo cubrirse la boca porque ya están muy viejitos, escupen encima de nosotros. A mí me gustaría que nos protegieran al igual que las enfermeras de los hospitales con los mismos equipos que necesitamos.
El describe el uso de máscaras faciales y otros equipos de protección personal (PPE, por sus siglas en inglés) como de "alta prioridad" en la atención médica y la atención primaria.

Pero a diferencia de los hospitales públicos, los consultorios médicos, las farmacias comunitarias "y otros entornos en los que es más probable que las personas presenten COVID-19", los proveedores de cuidados a personas de edad avanzada sólo reciben la instrucción de que deben garantizar el suministro de máscaras faciales y otros insumos al personal y los residentes cuando haya un caso confirmado o sospechoso de COVID-19.

Pero María siente que el tener que esperar a que ocurra un brote para recibir las mascarillas es peligroso.

Ella cuenta que la falta de mascarillas en su lugar de trabajo no es novedad. En años anteriores, ella se ha sentido expuesta a brotes de influenza durante el invierno.

Ella afirma que contrajo influenza durante la temporada de gripe del año pasado. Ella se resistió a las instrucciones de sus superiores de usar la misma mascarilla durante todo su turno, ya que las máscaras protectoras sólo deben usarse durante unas pocas horas. María dice que sus supervisores le dijeron que no podían proporcionar máscaras faciales debido a recortes presupuestarios.
María considera que la necesidad de contar con las mascarillas es aún más urgente ahora que se acerca la temporada de gripe en medio de la crisis del coronavirus, ya que los residentes entran y salen constantemente del hospital debido a sus múltiples dolencias.

“Tenemos que protegernos nosotras y a ellos porque venimos de la calle y en la calle nos podemos pegar cualquier cosa y se los podemos transmitir a ellos”, enfatizó la cuidadora.

Al momento de publicación, el COVID-19 ya había infectado a más de 4.000 personas en Australia y había matado a casi veinte.

Hay casi 250,000 personas, en su mayoría mujeres, que trabajan directa o indirectamente en el sector del cuidado de ancianos.

Tras el brote de COVID-19, las autoridades australianas han introducido una serie de requisitos y consejos para los centros residenciales para evitar la propagación del coronavirus, que incluyen medidas para proteger a los residentes y al personal.

Las directrices nacionales para la prevención, el control y la gestión de la salud pública de los brotes de COVID-19 en centros de atención residencial en Australia incluye la siguiente pregunta en su lista de verificación: "¿Su centro de atención residencial ha adquirido una cantidad adecuada de PPE, productos de higiene de manos, hisopos de nariz y garganta y suministros de limpieza?"
Sin embargo, el Departamento de Salud actualmente solo suministra mascarillas a "médicos de cabecera, farmacias comunitarias y organizaciones de salud controladas por comunidades aborígenes".

Los proveedores de atención de ancianos pueden solicitar suministros de PPE, aunque el gobierno evaluará las solicitudes sobre la base de la urgencia de la necesidad:

"Se dará prioridad a los proveedores de atención para personas mayores donde haya habido un caso confirmado de COVID-19", dice en su página web.

Sin embargo, María insiste en que las mascarillas faciales son absolutamente necesarias ahora, y se queja de que la gerencia de Whiddon le ha informado a través de su supervisora, una enfermera registrada, que este equipo no está disponible ahora para el personal debido a la alta demanda.

“Ellos nos dicen que no tienen, que han pedido en enero, en febrero, pero no les ha llegado el stock (los insumos)”, dice.

Según María, los supervisores de Whiddon le han dicho a ella y sus compañeras que, si quieren PPE, deben cubrir los costos ellas mismas: “Si tú quieres protegerte, tienes que traer de tu casa, comprártelo tú”.

María afirma que sus colegas, muchas de ellas madres de niños pequeños, también están preocupadas, pero no se quejan abiertamente porque temen perder sus empleos.

“Si nos enfermamos todas las enfermeras (cuidadoras de ancianos), ¿quién va a cuidar a todos los residentes?”, se lamenta María.

SBS Spanish contactó a Whiddon para preguntar si consideran que están implementando suficientes medidas de protección para sus empleados y residentes.

Whiddon respondió que “siempre proporciona suficiente equipo de protección personal”.

Añadió que seguirá las recomendaciones del Departamento de Salud, y que de presentarse un caso sospechoso o confirmado de un residente con COVID-19, se proporcionarán equipos de protección sanitaria a sus cuidadores.

*No es su verdadero nombre.



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