Tras perder a su hermano, este venezolano se ofrece a un ensayo clínico para la vacuna contra el COVID-19 en Australia

Vaccine trial volunteer

Source: Supplied by Frank Madrid

El deceso de su hermano Ángel Eduardo en EEUU, motivó a Frank Madrid a unirse a la lucha de la ciencia contra la COVID-19. Después de investigar los diferentes ensayos clínicos en Australia, Frank recibió la inyección de una de las vacunas candidatas.


Luego de 23 días internado en la UCI de un hospital de Florida, Estados Unidos, Ángel Eduardo no pudo seguir luchando contra la COVID-19 y falleció. Lejos de él, a 15 mil kilómetros de distancia, su hermano Frank pensó que la mejor manera de rendirle homenaje a su entrañable compañero era inscribirse como voluntario en un ensayo clínico que se lleva a cabo en Canberra para encontrar una vacuna contra el coronavirus.

“Decidí homenajear su memoria colaborando con la ciencia para que ninguna otra persona tenga que sufrir esto que es tan grande: perder a un ser querido”.

Además de convertirse en voluntario por una razón tan personal, Frank Madrid asegura que también lo hace para luchar contra la desinformación. Él desea poner su granito de arena para ayudar a que la ciencia sea el faro que guíe hacia una solución a lo que cataloga como una catástrofe sanitaria mundial.


Puntos destacados:

  • Frank asegura que su hermano fue víctima del COVID-19 y de la falta de liderazgo para hacer frente a la crisis sanitaria en Estados Unidos.
  • La situación de diáspora que viven los venezolanos ha hecho aún más difícil poder hacer un duelo ante la muerte de un ser querido.
  • El ensayo clínico en el que participa Frank es uno de los cuatro proyectos de vacuna que se desarrollan en Australia.

“Hay que explicarle al mundo que es la ciencia la que nos va a sacar de este apuro. Para la ignorancia no hay una vacuna. Es con hechos que vamos a combatir la desinformación”, señala contundente Frank Madrid, miembro reconocido de la comunidad latina en Australia por su trabajo de muchos años promoviendo la música y la cultura hispana en el país.

Víctima del COVID-19 y de la "falta de liderazgo"

Ángel Eduardo residía con su familia en Florida, Estados Unidos, uno de los estados que se apresuró a abrir sus playas y a levantar las restricciones para las actividades juveniles, incluidos los campamentos de verano, a partir de junio. Una decisión que causó controversia.
Frank & Angel Eduardo.
Frank & Angel Eduardo. Source: Frank Madrid
Frank asegura que su hermano era “muy consiente del peligro” que significaba el coronavirus, y cuenta que Ángel Eduardo y su familia estaban siguiendo todas las recomendaciones para mantenerse protegidos de la COVID-19. Sin embargo, Frank considera que la población del estaod se encontraba expuesta al virus debido a la falta de liderazgo para hacer frente a la pandemia.
Mi hermano, como cientos de miles de personas en los Estados Unidos y en todo el mundo, han caído víctimas de la falta de liderazgo, a diversos niveles.
Frank culpa la inacción de las autoridades estadounidenses, quienes enviaron “un mensaje de tranquilidad” y no uno de alerta. Considera que se priorizó “la economía por encima de la salud y el bienestar de sus ciudadanos”.

“Tenían que haberles dicho a todos: cuídense, y pongan la salud en primer lugar”.

A pesar de todos los esfuerzos por protegerse y mantenerse a salvo, Ángel Eduardo se contagió y tuvo que ingresar al hospital. A los pocos días, su condición empeoró y tuvo que ser intubado.

Después de más de tres semanas en la Unidad de Cuidados Intensivos (UCI), llegó el momento de decir adiós.
Frank & Angel Eduardo.
Frank & Angel Eduardo. Source: Frank Madrid.
“Cuando estuvo en el hospital logré hablar con él. Tuve la maravillosa oportunidad de escucharle decir que me amaba y yo poderle decir que lo amaba. Pero luego su condición empeoró y sucumbió a los efectos del COVID. Fue muy duro”.

“Ha sido muy duro entender que estamos muy lejos”

Unos de los mayores impactos psicológicos de esta crisis sanitaria es la soledad en la que el enfermo muere y el aislamiento que tiene que­­­ soportar el que se queda, muchas veces sin poder realizar un proceso de duelo en grupo.

En el caso de la comunidad venezolana, la situ­­­­ación es aún más compleja. Se estima que unos cinco millones de venezolanos han emigrado debido a la crisis humanitaria compleja que sufre el país, separándose así no solo de sus familiares que se quedaron, sino también de los que están afuera.

Cientos de miles de familias venezolanas emigrantes tienen familiares cercanos en distintos países del mundo. La familia de Frank Madrid es un ejemplo de ello. Esto, asegura Frank, hace aún más doloroso vivir el luto.
Ha sido muy duro saber que no podemos darnos ese abrazo y llorar juntos. Ha sido muy difícil no poder participar en esos ritos cuando perdemos a un ser querido.
Para Frank, el desarrollo de una vacuna también significa una posibilidad para aliviar su luto. Pues con eso se dibuja una posibilidad de reapertura de fronteras, y a Frank le gustaría ir a Florida a despedirse de su hermano.

“Mi decisión de participar en esta vacuna estuvo también motivada por la idea de que tal vez esta vacuna pueda ayudar a volver a viajar y yo pueda atravesar el mundo para ir a donde están las cenizas de mi hermano”.

“(Como migrantes en Australia), parte de nuestro contrato con la vida al mudarnos aquí, es que estábamos simplemente a algunas horas de distancia por avión de nuestros destinos … 12, 15 horas, las que fuesen … No tengo que cortar con mis nexos”.

“Eso no es una posibilidad ahora y yo creo que tenemos que buscar la fórmula de que la ciencia nos ayude minimizar el riesgo y cómo aprender a vivir con este enemigo terrible que es el COVID-19”.

En Australia se desarrollan cuatro proyectos de vacunas

Desde el primer momento que Frank escuchó la noticia de que se solicitaban voluntarios para un ensayo clínico en Australia, no dudó en participar.

Frank es parte del equipo de voluntarios del ensayo clínico que realiza la compañía internacional Novavax, en Canberra. Este es uno de los cuatro proyectos de vacuna que se desarrollan en Australia.
Angel Eduardo.
Angel Eduardo. Source: Frank Madrid.
Según publicó el diario "la vacuna en sí es parte de la secuencia genética del COVID-19, por lo que no hay riesgo de infección".

"Todo el mundo sale de la clínica y vuelve al trabajo o vuelve a su rutina diaria", según dijo el director comercial de Paratus Clinical Research, Matt Clacy.

La vacuna se probó en la primera etapa en 130 personas de entre 18 y 59 años en dos ciudades de Australia.

En la segunda etapa, se espera vacunar a 1,500 personas, esta vez se incluirá también un grupo de personas mayores de 60 años.

“Es un estudio donde existe el 80 por ciento de probabilidades de que se te hayan colocado la vacuna y un 20 por ciento de que haya sido un placebo”, explica Frank.

Frank cuenta que para poder participar en este estudio, pasó por una lista exhaustiva de evaluaciones médicas para conocer su estado de salud y descartar enfermedades preexistentes.

Una vez que se pasan todas las pruebas, a los voluntarios se les aplica la inyección y tienen que cumplir con una serie de reportes y seguimiento de su estado de salud.

“Luego de la inyección me siento absolutamente bien y confiado en que estoy haciendo lo correcto”.

Escucha la entrevista completa presioanando en la imagen principal. 


Las personas en Australia deben permanecer al menos a 1,5 metros de los demás. Verifica las restricciones de tu jurisdicción sobre los límites de recolección.

Si tienes síntomas de resfriado o gripe, quédate en casa y haz una cita para hacerte una prueba llamando a tu médico, o comunícate con la línea directa de información médica sobre el coronavirus al 1800 020 080. 


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