Los planes del gobierno de Nueva Gales del Sur (NSW, siglas en inglés) para enmendar la ley y hacerla más clara con el fin de que las personas que acosen intimiden a otra a través de internet o por mensajes de textos puedan ser condenadas con una pena máxima de cinco años de cárcel.
La medida propuesta también permitiría que la Policía de NSW pueda emitir órdenes de aprehensión por violencia para atajar los serios abusos por internet.
“La tecnología moderna requiere leyes modernas”, dijo el domingo el fiscal general de NSW, Mark Speakman, a reporteros en Sídney. “No se trata de proteger los sentimientos heridos de las personas. Se trata de proteger a las personas contra potenciales consecuencias psicológicas devastadoras y trágicas”, precisó.
El comisionado de la Policía del estado, Mick Fuller, explicó que la tecnología permite acosar a otras personas 24/7 a través de los ordenadores y los teléfonos inteligentes.
“Estos cambios dan a la Policía de NSW el poder de atacar a los agresores en sus propias casas”, manifestó el mando policial, al añadir que de ese modo, las autoridades tendrán el poder de detenerlo y emitir órdenes de aprehensión por violencia.
Source: flickr_SupportPDX
La ley complementaría por la legislación federal, aunque tendrá sanciones más severas porque impondría cinco años de cárcel como pena máxima en lugar de tres.
El fiscal de NSW dijo que los cambios incluirán las conductas de los menores, pero espera que los tribunales juveniles pongan a los agresores en programas de rehabilitación en lugar de enviarlos a prisión.
La oposición estatal respaldará los cambios, pero el líder laborista de NSW, Luke Foley, quiere que el gobierno se centre en la prevención más que en el castigo.
“Debemos prohibir los teléfonos y relojes inteligentes en las escuelas primarias”, dijo Foley al agregar que para los estudiantes secundarios deberían implementarse “severas restricciones”.
Por su lado, el director ejecutivo de Violencia Doméstica, Moo Baulch, comentó que el enfoque del gobierno enviará un mensaje claro a los acosadores.
“Sabemos que hasta un 98 por ciento de las víctimas de la violencia familiar y doméstica tienen experiencias de abuso por internet. Es un crimen devastador que sigue a las personas hasta su propia casa”, dijo. “Uno siente casi que no puede escapar cuando se es acusado, intimidado y acechado por internet”.
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