Sinopsis
Ecuador se ha convertido en uno de los principales corredores de droga provenientes de Colombia y con destino a Europa, Estados Unidos y Centroamérica, por lo que el Gobierno introdujo un toque de queda nocturno para lidiar con la violencia vinculada con estas actividades ilícitas en varias provincias.
Pero esta semana, el presidente de Ecuador, Guillermo Lasso, redujo a seis horas el toque de queda nocturno que rige en tres provincias golpeadas por bandas criminales locales involucrados con cárteles del narcotráfico mexicano, para ayudar al importante sector del turismo que está siendo impactado de manera negativa por el toque de queda.
Hace una semana, los grupos criminales asesinaron a cinco policías e hirieron a otros dos. Quemaron autos, un autobús escolar, lanzaron bombas a estaciones de servicio, participaron en tiroteos y secuestraron a varias personas. Todo en menos de 24 horas.
El ministro del Interior de Ecuador, Juan Zapata, informó que 28 personas fueron detenidas tras los ataques perpetrados en Guayaquil y Esmeraldas, en represalia del narco por la reubicación carcelaria de más de 2.400 reclusos.
El Ejecutivo respondió contra la "guerra abierta" del narco decretando por 45 días un estado de excepción en las tres provincias y movilizó a militares para operativos de control.
En principio, el presidente Guillermo Lasso había impuesto a partir de las 9 de la noche un toque de queda de ocho horas para la provincia de Esmeraldas, fronteriza con Colombia; Guayas, en el suroeste y Santo Domingo, en el centro del país sudamericano.
Pese al estado de excepción, las bandas Los Tiguerones y Los Lobos continuaron su desafío a las autoridades e incluso se asumen como parte del mexicano Cártel Jalisco Nueva Generación. En un video difundido en redes sociales, anuncian más violencia en los presidios y calles de Ecuador.
Sin embargo, el presidente Lasso decidió reducir el tiempo del toque de queda para que "las actividades turísticas puedan abrir sus locales hasta las once de la noche y de esa manera evitar un golpe a esa actividad tan importante".
Desde la Cámara de Comercio que dirige Juan Carlos Díaz, pronostican una pérdida mensual de 250 millones de dólares, según dijo a Ecuavisa.
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