Gobierno de Duque “sordo” ante las protestas en Colombia

Protestas en Colombia

Byline: Ivan Valencia Credit: AP Source: AAP

El efecto dominó de las protestas ciudadanas en Latinoamérica replicó en Colombia, un país en donde las protestas ganaron fuerza durante los últimos días, luego de un paro nacional el jueves. Algunas protestas pacíficas desencadenaron algunos actos vandálicos que ocasionaron el primer toque de queda en Bogotá desde 1977.


La protesta cívica en varias ciudades de Colombia desde el jueves pasado responde a diversos reclamos, entre ellos una reforma laboral que aparentemente prepara el gobierno del presidente Iván Duque, que haría que los jóvenes que entren al mercado laboral ganen el 75 por ciento del salario mínimo.

Nuestro corresponsal en Colombia, José Gregorio Pérez, relató a SBS Spanish que los colombianos continúan protestando todas las noches en varias ciudades del país, para expresar su descontento respecto a los cambios que está tramitando el gobierno de Duque, entre los que se encuentra la supuesta eliminación del fondo de pensiones para privatizarlos.

En la lista de quejas, está igualmente una reforma tributaria que se teme afectaría a la clase media y favorecería a las multinacionales, así como las demandas de los universitarios para pedir mayores recursos para la educación pública, además de los reclamos de los indígenas contra los asesinatos de sus líderes sociales.

Se trata de “un alza de impuestos, unos impuestos a las pensiones a los pensionados del Estado que ya están jubilados, pocos recursos para la educación y sobre todo el aumento de impuestos (para los ciudadanos) y la disminución de éstos a las multinacionales y empresas colombianas”, explicó José Gregorio Pérez desde Cali.

Asimismo, muchos sectores cuestionan la política de seguridad enfocada en el combate del narcotráfico, el asesinato de decenas de líderes sociales y el intento de modificar el pacto de paz de 2016 que desarmó a la exguerrilla FARC, que también ha participado en las movilizaciones.

La respuesta de Duque

El sábado, el tercer día consecutivo de protesta en Bogotá, las autoridades respondieron a los manifestantes con gases lacrimógenos.

El estallido pone a prueba la gestión del presidente Iván Duque, cuya popularidad se ha desplomado.

Se espera que el mandatario eventualmente se siente a dialogar para aplacar los ánimos tras el paro nacional, pero aún no lo ha hecho con los sectores de base.

“Las centrales obreras y los sindicatos están pidiéndole al presidente Duque unión y diálogo. (Él) se ha reunido con los empresarios, con los altos directivos de las multinacionales y de las empresas colombianas, pero no ha acudido a ese llamado de diálogo con las centrales obreras, las centrales  sindicales, los dirigentes estudiantiles y los líderes de derechos humanos que le piden una respuesta”, explicó Pérez.   

“Los expertos dicen que en estos momentos el gobierno de Duque es sordo, a los llamados que viene haciendo parte de la sociedad colombiana”.  

Con la gente en las calles, sin mayoría en el Congreso y derrotas de su partido en las elecciones locales de octubre, Duque afronta su momento más duro desde que asumiera el poder en agosto de 2018, tras prometer la modificación del acuerdo con las FARC, por considerarlo blando con los rebeldes.

Además de las protestas en Bogotá, hubo cacerolazos en Cali y Medellín. Los cacerolazos son un tipo de protesta que hasta ahora había sido prácticamente inédita en Colombia.

Focos de violencia

Aunque las protestas se han desarrollado mayoritariamente en paz desde el jueves, en algunos puntos hubo fuertes enfrentamientos el sábado, que dejaron tres manifestantes muertos y casi 300 heridos entre civiles, policías y militares.

Tres policías murieron en una explosión por bomba el viernes en una estación de policía.

Una fuente policial dijo a Reuters que 10 agentes también resultaron heridos en la explosión en la ciudad de Santander de Quilichao, en la provincia suroccidental de Cauca, conocida como un punto caliente para el tráfico de drogas y la violencia.

Las autoridades aún no han atribuido el bombardeo a un grupo armado en particular, pero el Presidente Iván Duque afirmó que se trataba de grupos violentos organizados.

“Los colombianos rechazamos ese ataque criminal y salvaje que se presentó en Santander … contra una estación de policía. Expresamos nuestro dolor por quienes perdieron la vida,” dijo Duque en una alocución televisada.
Vemos ahí las manos criminales de grupos armados organizados que han pretendido pescar en río revuelto.
Las convocatorias han sido en su mayoría espontáneas y divulgadas por redes sociales.

En Australia, cientos de colombianos se sumaron a sus compatriotas, en Sídney y Melbourne, entonando una versión modificada de la afamada canción de protesta, Bella Ciao.


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